Didácticamente, Silvia Oliva explica -tan pausada como detalladamente- qué buscó resignificar en sus dos obras artísticas expuestas en la sala de arte de la Legislatura, durante el homenaje al Espacio La Terra realizado el primer día de este mes.
En torno a la artista confluyen Viviana Gudiño, Mirta Herrera, Elena Barradas, Raquel Amezqueta, Sandra Cabeza, Norma Giménez y Lourdes Coccia, prestándole tanta atención como este periodista, quien buscó conocer más al respecto y de la propia explicación surgida desde quien fue su creadora.
De repente, este auditorio circunstancial se empieza a dar cuenta de que la autora de sendos productos culturales se halla en un estado de comunicación absoluta con quienes tiene delante y por eso hay que aprovecharlo.
"El planeta da señales, el calentamiento global da señales...y hay que escucharlas", afirma con naturalidad y convencimiento.
Sus trabajos provocan el ir saltando límites en pos de un entendimiento, cada vez más imprescindible, acerca de que el tiempo de sentar posición con relación a salvar el planeta no es una frase hecha ni tampoco una leyenda de remera.
"¿Es un caracol?", le preguntan en relación a uno de sus cuadros.
"Tiene energía en movimiento...es transformación...es metamorfosis...está llamando la tierra", responde con la seguridad de quien sostiene una idea y no renuncia a ésta.
Es un momento en el cual se agudiza el oído para no perderse comentario alguno.
"Es mutación, cambio, transmutación por dentro…", agrega en tono firme y que despierta contagio
"¿Por qué transmutación y por qué cambios?", alcanzo a consultarle, en medio de un grupo cada vez más interesado en sus respuestas.
"Y, porque la Tierra estaba antes en la tercera dimensión y ahora ha subido a la quinta dimensión, va girando y vamos hacia la Luz. Hace el giro, que antes era hacia abajo y ahora es giro de izquierda/derecha hacia arriba…vamos hacia el amor y allí va la humanidad", explica con naturalidad y convencida de lo que expresa
"¿El otro cuadro representa un útero? Estábamos mirando un óvulo…", le consultan
"Es la tierra…la nueva tierra. Se está gestando la nueva tierra, sí…es una gestación", afirma con convencimiento pleno
Y agrega: "¿Por qué rojo? Porque es el útero, es el centro de la tierra, es el corazón de la tierra…Y en el corazón de nosotros".
Ya no eran necesarias más palabras.
La comunicación, esta vez, no fue solo a través del arte plástico.
La imagen fotográfica obró como ejemplo: el acto creativo es sanador.
Y el intercambio de saludos final así lo confirmó.
Edición periodística: Fabián Galdi