La fábrica de aceite número uno del mundo y la única acetaia de Latinoamérica abren su propio restaurante bajo el nombre de Experiencia Laur. “La idea es potenciar la gastronomía a través de nuestros productos con los que conquistamos el mundo. Referentes tanto del país como del exterior elogian tanto nuestro aceto balsámico como nuestro aceite de oliva por lo que consideramos propicio cerrar los vértices brindando un producto terminado y aplicado” explica Gabriel Guardia, gerente enólogo de Olivícola Laur y primer maestro acetero de Latinoamérica.
“Cada vez hay más personas entusiastas de la gastronomía y eso lo hemos podido apreciar en la cantidad de gente (algunos de ellos de la farándula) que se han acercado, porque vieron un diferencial y encontraron en Laur no solo productos premium sino calidad humana. Disfrutamos mucho la compañía de todos los que vienen. Nos dimos el lujo de cocinar para Christopher que potenció con su criterio la propuesta” explicó Guardia, quien días previos recibió la visita de Christopher Krywonis (embajador de la marca) para realizar el tradicional trabajo del trasvase del aceto balsámico, oportunidad en que el chef probó el menú que sería lanzado posteriormente y ajustó detalles con sus aportes.
El predio de la Olivícola Laur recibe una promedio de 300 turistas diarios, por lo que las reservas del restó se completan prontamente, razón por la cual, la empresa decide generar una inversión para ampliar el sector de turismo y mejorar las instalaciones a fin de ofrecer el máximo confort a sus visitantes. “Tenemos que permitir la convivencia del restaurante con turismo. El restó completa sus reservas rápidamente por lo que se planea la ampliación del salón de turismo para recibir este caudal de gente y la estructura edilicia para hacerlo más maniobrable” comentó el maestro acetero, quien aseguró que la propuesta se expenderá para decepcionar 60 cubiertos más.
Si bien se emparenta con la gastronomía de Abrazados, de Bodega Los Toneles, el perfil de Experiencia Laur tiende a ser distendido y de estilo campestre. Ambos responden a la misma filosofía bajo el cauteloso profesionalismo del Chef ejecutivo Matias Gutiérrez, pero este nuevo espacio cuenta con el expertise del chef Pablo Sebastián Marí, a cargo de la propuesta en Laur, quien comentó: “La gastronomía acompaña la experiencia de la olivícola y la acetaia, acercando el producto final a la mesa”.
Dos productos premium para enaltecer la cocina mendocina bajo los fuegos que aportan el verdadero sabor argentino. “Somos de las pocas fábricas de aceite de oliva donde en el mismo casco se puede ver la parte agrícola, industrial, comercial turística y nos faltaba la gastronomía, la aplicación del producto. Ahora el visitante puede entender todo el proceso. Vista la tierra, la parte agropecuaaria, el paso por nuestra olivícola y acetaia con la labor humana , la añejada que da el tiempo, el equipo de turismo que invita a conocer el mundo de aceto y el oliva y ahora cierra en un espacio gastronómico que ofrece el producto en el plato” finaliza Guardia.
La propuesta gastronómica de Laur
Laur ofrece una cocina mediterránea a base de fuego acompañado de aceto balsámico y aceite de oliva intervenido en todos sus platos. Cuenta con tres opciones: take way, picnic y menú de 3 pasos.
Take way responde al concepto de “llevar al paso” pensado para consumo rápido. Cuenta con una caja que puede contener hamburguesa gourmet, pizzas, o empanada de queso raclette o de carne, ambas fritas en aceite de oliva. El picnic se ofrece con una canasta para dos personas que contiene vino, entrada con embutidos caseros, pickles de verdura fresca, quesos de estación y luego se suma el principal con Cheese Burger de carne madurada, hamburguesa vegetariana, pizza o wrap de salmón ahumado. Un plan perfecto para disfrutar en los jardines de la olivícola con mantas y almohadones.
Finalmente el menú de 3 pasos cuenta con entrada, principal y postre con dos o tres variantes cada una. El primer paso puede ser ensalada de quinoa (vegano), empanada raclette y cebolla caramelizada (vegetariano) y pastel de carne mendocino. Estos dos últimos fritos al aceite de oliva de la casa. El Ojo de bife a la brasa con espejo de chimichurri fresco, vinagre de Millán acompañado de puré de boniato y cebolla al rescoldo con piscina del aceto balsámico es el recomendado del chef. Mientras que el postre tiene 2 opciones excepcionales: Brownie de aceite de oliva de la casa o una banana a la brasa, sale tibia con una tierra de pistacho y caramelo acompañado de helado de dulce de leche con merkel ahumado y aceite de oliva. Un juego de texturas y temperaturas. La botella de vino se elige independiente.
¿Quién es el chef de Laur?
Pablo Sebastián Marí comenzó su carrera a los 18 años. Comenzó su formación en el Instituto Arrayanes y dio sus primeros pasos como chef de partie en 1884 el restó de Francis Mallman en Bodega Escorihuela y posteriormente se convirtió en su- chef. Fue el elegido por el gran referente argentino para cocinar en su boda junto a Vanino Chimeno, lo que le valió la posibilidad de afianzar su carrera en los restaurantes Mallman en Chile, Uruguay y Francia. Esto le permitió convertirse en chef de partie en Chateau Lacoste (al sur de Francia) junto a la reconocida Chef Helene Darroze. En su retorno a Argentina, se incorporó a la cocina de Abrasados en Los Toneles y ahora con solo 32 años encara el desafío de la primera cocina olivícola-acetera del país.