Una de las imágenes más impactantes de la manifestación frente al Congreso mostró a una niña de diez años siendo asistida para calmar el ardor en sus ojos tras ser rociada con gas pimienta. Este episodio se convirtió en un símbolo de la represión para los opositores al gobierno de Javier Milei, que rápidamente intentó desacreditar la imagen y minimizar su impacto político. Para ello, difundió un video en el que se acusaba a una manifestante de ser responsable de la agresión a la niña. Además, la secretaria de Seguridad de la Nación, Alejandra Monteoliva, respaldó esta acusación.
Patricia Bullrich se pronunció sobre el incidente criticando a la madre de la niña afectada por el gas pimienta. En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, Bullrich calificó a la madre de "irresponsable y violenta" y argumentó que la responsabilidad de llevar a una niña de diez años a una manifestación rodeada de personas violentas recaía en ella. "En estas últimas marchas, un grupo de militantes ha atacado a la Policía con piedras y palos, y ahora dicen que la Policía le lanzó gases a una niña. LLEVAR A LOS CHICOS A LAS MARCHAS ESTÁ PROHIBIDO. LOS CHICOS A LAS MARCHAS, NO", escribió Bullrich.