Nicolás Gabriel Carrizo, uno de los detenidos por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, dijo este miércoles a los jueces que no soporta más estar preso y que los mensajes referidos al atentado fueron producto de su "humor negro", al tiempo que la querella que representa a la Vicepresidenta reclamó que se confirme su procesamiento y el de otra acusada, Agustina Díaz.
"No soporto más", dijo Carrizo a los jueces de la Cámara Federal porteña en unas breves palabras dichas de manera presencial en los tribunales de Retiro luego de más de dos horas de audiencia, en la que se escuchó el planteo de la querella de la Vicepresidenta para que se confirme su procesamiento como supuesto partícipe secundario del intento de asesinato del 1 de septiembre último.
La defensa de Carrizo pidió por su parte que se le otorgue "la libertad total" o se morigere su detención con, por ejemplo, una prisión domiciliaria, y que se declare la nulidad del procesamiento. La defensa de Díaz reclamó a su turno que también se revoque el procesamiento por "prematuro" y "antojadizo" y se disponga su inmediata libertad, mientras que la querella también reclamó confirmar el procesamiento.
Por la mañana, Carrizo fue trasladado desde la cárcel donde cumple prisión preventiva, mientras Díaz siguió durante casi tres horas la audiencia por videoconferencia desde el penal de Ezeiza.
Los jueces Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens escucharon al abogado Marcos Aldazabal, por la querella de la Vicepresidenta, y a los defensores de los dos detenidos: Gastón Marano, en el caso de Carrizo, y Javier Molina, por Agustina Díaz.
El tercer integrante de la sala I del Tribunal de Apelaciones, Leopoldo Bruglia, no asistió a la audiencia en el segundo piso de Comodoro Py 2002 por estar de licencia, pero luego tendrá acceso a su grabación, antes de resolver si confirman los procesamientos con prisión preventiva que dictó la jueza federal María Eugenia Capuchetti.
"Estoy ahí encerrado, pensando todos los días por qué hice una joda así. Yo pensé que Brenda (Uliarte, otra de las detenidas) no tenía nada que ver", dijo Carrizo de frente a los jueces en breves palabras al final de la audiencia.
El dueño de la máquina con la que se fabricaban copos de nieve que vendían los detenidos como coautores del intento de homicidio -Fernando Sabag Montiel, quien gatilló el arma y su novia Uliarte- dijo que esta última "vino con otra versión"
"Nunca sospeché, yo quiero irme de ahí (por la cárcel). No soporto más", dijo a los jueces, sentado en una de las cabeceras de la mesa ovalada de la sala de audiencias en cuyo lado opuesto se ubicaron los magistrados.
Carrizo dijo además que las personas que lo conocen "saben el tipo de humor que tengo. He hecho peores bromas, no soy lo que dicen los medios".
Después del atentado y de la detención en el lugar de Sabag Montiel, Uliarte "decía que tenía que visitar a Nando" en la cárcel cuando en días posteriores el grupo de vendedores de copos de nieve planeaba "trabajar en la costa en enero".
Desde el penal de Ezeiza, Agustina Díaz se dirigió a los jueces para pedirles que "tomen la decisión adecuada" y que le permitan "volver" a su casa con su familia.
"Mis papás en ningún momento me dejaron sola, pido volver con mi familia", concluyó.