La Justicia condenó a Diego Antonio Molina, uno de los empleados de la funeraria que se sacó una foto con el cuerpo de Diego Maradona, por “profanación de cadáver humano”.
De esta manera el hombre deberá realizar tareas comunitarias, donar $10.000 a una fundación que ayuda a chicos con adicciones, y tendrá que cumplir con cuatro días de arresto (en suspenso).
“Con las hermanas de Diego estamos satisfechos por el fallo y cumplimos con la memoria de Diego de que ese hecho salvaje no quede impune”, dijo Matías Morla, el abogado que representó a las hermanas en la causa.
“Le dieron el máximo de esta contravención: cuatro días de arresto en suspenso, durante los próximos ocho meses debe fijar residencia, deberá ir a la fiscalía cada vez que lo llamen, 50 horas de tareas comunitarias y donar 10 mil pesos a la Fundación Integra Asociación Civil que es de recuperación de adictos y queda en La Matanza. Las costas del juicio lo paga Molina”, agregaron fuentes judiciales.
Además de Molina también quedaron en el ojo de la tormenta Claudio Fernández (49) y su hijo Sebastián. Estos no recibieron sentencia aún porque pidieron la nulidad del juicio. Eso está en Cámara, pero ya se lo rechazaron en una primera instancia, por lo que en breve serán también sentenciados a la misma pena.
“No hay pena suficiente para la aberración que hicieron estos salvajes pero tanto yo, como las hermanas de Diego, estamos satisfechos de haber logrado que ese hecho no termine impune”, afirmó Morla.
Y agregó: “Esperamos pronto se resuelva el recurso presentados por los otros dos imputados y que terminen con la misma pena”.