El Presidente presentó el plan para la promoción del trabajo registrado y la ampliación de la protección social: abarca a 250.000 trabajadores rurales que realizan actividades temporales y estacionales.
El presidente Alberto Fernández aseguró este jueves que en los dos próximos años Argentina tendrá “la revancha” que se merece, al tiempo que señaló que el objetivo de su gestión “no es que la gente tenga planes sociales sino que tenga trabajo digno”.
“Vengo a renovar mi pacto con ustedes. Viene un tiempo mejor. Los dos años que vienen vamos a tener la revancha que nos merecemos” dijo Fernández al encabezar esta tarde en la ciudad entrerriana de Concordia un acto en el que se presentó un plan para la promoción del empleo registrado de 250 mil trabajadores rurales.
El Presidente remarcó en ese sentido que “el objetivo” de su Gobierno no es que “la gente tenga planes sociales sino que tenga trabajo digno”.
“Los dos años que vienen vamos a tener la revancha que nos merecemos”ALBERTO FERNÁNDEZ
“Es el tiempo de pensar en los que menos tienen, a los que más les cuesta ganar un peso para alimentar a su familia. El Estado quiere que trabajen, pero eso no quiere decir que vamos a estar ausentes cuando ese trabajo no lo tengan”, completó.
Señaló que en ese contexto, la presentación del plan para la promoción del trabajo registrado “resuelve el dilema de 250 mil trabajadores rurales”, pero anticipó que no bajará los brazos y seguirá luchando para “lograr esa Argentina más justa e igualitaria”.
“La pandemia nos ha enseñado que la solidaridad es un valor muy importante para todos”, reflexionó, al tiempo que agregó que al llegar el coronavirus a la Argentina lo primero que tuvo que hacer el Gobierno fue “resolver el dilema de la gente”, en especial de los sectores más afectados.
Por eso insistió que el Estado no va a “estar ausente cuando el trabajo no está” y afirmó que “a partir de ahora van a dejar de ser incompatibles el plan social con la idea de trabajar”.
El jefe de Estado destacó en este contexto que la propuesta fue presentada por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), y “cuenta con el acuerdo de los productores de las distintas regiones”.
La medida permite mantener la percepción de los planes y programas sociales y de empleo con el trabajo registrado, y alcanzará a los grupos familiares de los beneficiarios que representan a un tercio del total de los trabajadores rurales asalariados de todo el país.
“Es un paso muy importante para que todos vuelvan poco a poco a recuperar el trabajo”, dijo el Presidente al referirse a la iniciativa.
De esa forma, se establecerá una garantía a través de la cual los titulares de asignaciones universales que trabajen bajo esa modalidad percibirán los beneficios no contributivos que les correspondan, percibiendo como mínimo el monto equivalente al 100 por ciento del valor de las asignaciones universales por hijo para la protección social.
El objetivo central de la iniciativa es “el mejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores, así como también el crecimiento y la consolidación de las capacidades exportadoras de las economías regionales”, detallaron fuentes oficiales.
En su discurso, el Presidente planteó que el hecho de que “los planes convivan con el trabajo se toma pensando en los que producen”, ya que Argentina “necesita que su economía salga al mundo y esa exportación traiga dólares al país”.
“Cuando (la expresidenta y actual vice) Cristina (Fernández de Kirchner) dejó el Gobierno había cerca de 110.000 planes sociales, y hoy tenemos entre 700 y 800 mil. Qué pasó en el medio? En los últimos años esos planes fueron pensados con criterio asistencialista de condenar a una parte de la sociedad a sobrevivir en la miseria con los planes”, planteó y dejó clara su postura: “Pero yo quiero que la gente viva dignamente con trabajo, son dos cosas distintas”.
En otro tramo del discurso, Fernández anunció que entre el lunes y martes entregará, junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, “las primeras 20 mil viviendas” construidas desde que se inició su gestión, y dijo que “además están 100 mil viviendas en proceso de construcción hasta fin de año”.
Sostuvo luego que “viene una etapa en la que la recuperación empieza a sentirse, la producción crece, la actividad lleva meses consecutivos de crecimiento y el empleo industrial no para de crecer”, aunque reconoció que persisten “problemas” y que “la inflación es uno de ellos”, aunque dejó claro que se sigue “trabajando” para reducirla.
También se refirió al aumento de los precios de la alimentación, y puntualizó que si bien hay incremento de los valores en el mundo, “hay acá en la Argentina un aumento desmedido producto de la voracidad de los formadores de precios”, a quienes “hay que explicarles que no es el tiempo de ser voraces, sino solidarios y pensar en los que menos tienen”.
“Tenemos que construir un país que nos incluya a todos, donde todos seamos compensados por el esfuerzo que hacemos: los empresarios por el riesgo que corran, por la producción que generan, y los trabajadores que ponen su cuerpo y su esfuerzo cotidiano para trabajar. No hacen falta revoluciones donde corra sangre”, afirmó el Presidente.
Acompañaron a Fernández en el acto los ministros de Trabajo, Claudio Moroni; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Desarrollo Social, Juan Zabaleta y de Agricultura, Luis Basterra, el gobernador Gustavo Bordet; la Directora Ejecutiva del Instituto Nacional de Juventudes, Macarena Sánchez y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello.