Dos de las hijas del Diez declararon en la causa y contaron que en más de una oportunidad vieron a su padre alcoholizado.
Ayer se cumplieron tres meses de la muerte de Diego Armando Maradona y la investigación judicial que busca determinar si hubo negligencia de parte del personal médico que atendió al Diez continúa adelante con la toma de testimonios.
Este viernes fue el turno de dos hijas del astro del fútbol, Gianinna y Jana. Ambas se presentaron en la sede de la fiscalía general de San Isidro, en la calle Acassuso 476, para ampliar sus declaraciones en calidad de testigos e Infobae accedió en exclusiva a parte de sus declaraciones.
“Lo vi alcoholizado y en alguna oportunidad creo que estaban presentes Luque o Cosachov”, contó Jana frente al equipo de fiscales coordinado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, e integrado por sus dos adjuntos, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, y la fiscal de Benavídez, Laura Capra.
La trama judicial por detrás de la muerte del mejor futbolista de todos los tiempos por el momento cuenta con siete imputados acusados de homicidio culposo. Entre ellos se encuentran el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Daniel “Charly” Díaz (29), la enfermera del turno mañana y tarde Dahiana Gisela Madrid (36), y el enfermero de la noche, Ricardo Omar Almirón (37).
A ellos se les sumaron esta semana otros dos acusados: Nancy Forlini y Mariano Perroni, quienes estaban a cargo de la coordinación de los servicios médicos de Maradona. Forlini era el nexo entre los médicos clínicos y los acompañantes terapéuticos que fueron echados por el entorno del Diez en los primeros días de internación en la casa de San Andrés, donde finalmente falleció el 25 de noviembre. En el caso de Perroni, se encargaba de coordinar a los enfermeros, que estaban tercerizados a través de la empresa Medidom.
De esta manera, las hijas del Astro, según las declaraciones a las que accedió Infobae, complicaron cada vez más a los acusados. “El personal de la Clínica Olivos quería internarlo en una clínica especializada y Luque se oponía y se agarraba la cabeza. Cosachov respaldó la internación domiciliaria propuesta por Luque”, continuó Jana. Y agregó: “Me daba cuenta por el olor que mi papá fumaba marihuana con ‘Charly’”.
Carlos Orlando Ibáñez, alias “Charly”, está señalado por miembros del entorno de Maradona como el presunto responsable de haberle dado marihuana a Diego a mediados de 2020 mientras vivía en la casa de Brandsen. El hombre se habría presentado con un nombre y un documento falso cuando ingresó como asistente al círculo íntimo del Diez. Tenía algo que ocultar: era un prófugo de la Justicia, acusado de robo agravado por uso de arma de fuego.
Para ser contratado en el selecto y particular mundo de Diego, “Charly” no aportó un currículum. Llegó apadrinado de su familiar, Rocío Oliva, que se lo presentó al astro del futbol a mediados de 2018. Según allegados, el cariño entre Diego y él fue instantáneo y por eso permaneció en la casa a pesar de que todo el entorno sospechaba que le daba “porro y alcohol” y varios querían echarlo.
“No aguanto más la situación de que Charly le dé marihuana a Diego. No sé cómo pararlo”, se escucha en uno de los audios revelados en exclusiva por Infobae en los que el staff médico, Leopoldo Luque incluido, mostraba su preocupación por los cigarrillos de cannabis que, según ellos, “Charly” le daba a Maradona, o una oferta de “porro y cerveza” al Diez para “sacárselo de encima” y poder introducir una mujer en la casa y tener relaciones sexuales en una habitación de servicio.
Así, tras la declaración de Jana, la situación de “Charly” quedó aún más complicada. Luego detalló que “el día del cumpleaños mi papá se fue a dormir a la 1.30” y que “Vanesa Morla me llevo a la casa de san Andrés y me hizo firmar par alquilarla”.
Tras la declaración de Jana, fue el turno de Gianinna Maradona, quien declaró y también apuntó contra el famoso entorno del Diez: “A mi papá le daban una pastilla misteriosa para que si tomaba alcohol le diera asco o rechazo”.
Luego, explicó la situación con respecto a la falta de comunicación que tenían sus hijas con Diego. “A mi papá él cambiaba el teléfono constantemente. Mi papá no sabía usarlo, no sabía cambiar el chip. Solo sabía mandar mensajes de voz. Y siempre había alguien dictándole”.
También indicó sobre la polémica que se generó con la externación en la casa del country en San Andrés, donde finalmente falleció el 25 de noviembre. ”Yo había propuesta otra casa mucho más barata y con una habitación con baño en suite y me dijeron que no”.
Cabe aclarar que la externación fue firmada por las tres hijas, pero siempre siguiendo las recomendaciones de Luque y de la psiquiatra Agustina Cosachov que fueron los que firmaron como profesionales médicos. Aun con la recomendación en contra de la Clínica Olivos, que aconsejaba un centro de rehabilitación.
También detalló sobre el día a día del Diez dentro de la casa En San Andrés: “Cuando se iba ‘Monona´- la cocinera de Maradona- de domingo a martes no quedaba nadie para cocinar ni limpiar. Lo hacía todo el entorno”.
Fuente: INFOBAE