Después de una decena de conciertos en el Movistar Arena en el que no cabía ni un alfiler, en la noche del viernes Luis Miguel se despidió de los escenarios argentinos hasta el año que viene, donde retomará el romance eterno que mantiene sus millones de fans que lo siguen desde hace décadas.
Y lo cierto es que desde su arribo al país circularon infinitas versiones sobre la figura del Sol de México. Desde que no era él sino un doble, por los más de 20 kilos adelgazados gracias al estricto cambio de hábitos en su alimentación sumado a varios tratamientos estéticos supervisados por el famoso cirujano plástico Cristian Pérez Latorre, hasta asegurar que al cantante no se lo puede mirar a la cara ni saludar porque le molesta.
Te puede interesar
Pues bien, hace unas horas las chicas del fans club oficial de Micky "Tengo todo excepto a ti", demostraron que nada de eso es así. Siguiéndolo a sol y a sombra en su estadía en Buenos Airesl y lo esperaron en Ezeiza para despedirlo tras el décimo concierto, donde ni bien arribó no hizo más que acercarse a saludarlas tras bajar del auto que lo traía.
Así, siempre bien custodiado, pudo verse el astro latino feliz y sonriente frente a su público y mezclándose entre sus fans, extendiendo su mano y agradeciendo el cariño de siempre. De esta manera, las fanáticas de Luismi no sólo demostraron que Luis Miguel es el verdadero Luis Miguel, sino que también se lo puede mirar a la cara y charlar con él.
Revelaron el tratamiento estético que se realizó Luis Miguel
Con la reaparición de un nuevo Luis Miguel con más de 20 kilos menos y un rostro completamente diferente al que todos recordaban, rápidamente comenzaron las especulaciones sobre posibles cirugías y hasta se llegó a dudar de su propia identidad al verlo tan diferente en el comienzo de su gira mundial sobre los escenarios argentinos.
Es así que en las últimas horas, el famoso cirujano plástico que lleva adelante el riguroso tratamiento del Sol de México contó en detalle la transformación que logró en el cantante por las exigencias contractuales de su gira por la que cobra 1.800.000 dólares por show, donde le pidieron un cambio de imagen.