Este año Netflix estrenó la cuarta y última temporada de Ozark. Protagonizada por Jason Bateman y Laura Linney como las cabezas de la familia Byrde, fue tendencia desde su estreno en 2017.
La exitosa producción de drama y suspenso ha sabido seducir y atraer a la audiencia durante cuatro temporadas gracias a su calidad, su buen contenido e historias complejas que aborda, como el capitalismo y la supervivencia de la familia a través de una mirada que juega con los estereotipos aspiracionales estadounidenses y los límites de lo controversial.
Te puede interesar
Estrenada la segunda parte de la cuarta y última temporada de Ozark, parece mentida que el final no sea el tema de conversación en boca de todo el mundo seriéfilo, porque, sin ningún tipo de duda, estamos hablando del cierre de una de las mejores ficciones de la década. Una serie que continuamente ha flirteado con la perfección a través de unos guiones absolutamente brillantes, unos personajes llenos de complejidad y unas interpretaciones estelares. Y quizás el final no ha sido tan redondo como la “O” que da el pistoletazo de salida a cada uno de los episodios de la serie, pero sí que ha estado coherente con el viaje casi perfecto por el que nos ha llevado.
Si el final de Ozark no es completamente satisfactorio es porque no llega a ser tan apoteósico como habríamos podido pensar. Es un cierre que resuelve la gran mayoría de interrogantes, pero no todos; que tiene algunos giros bastante impactantes, pero cabe excesivamente sorprendente; y que da la sensación de final, pero también de que podríamos ver más. Es, al fin y al cabo, una conclusión de serie que podría ser una conclusión de temporada, porque no hay grandes fuegos artificiales para despedirse, lo cual no deja de ser fiel a lo que ha sido la serie.
La historia de Ozark siempre se ha mantenido arraigada a la realidad a pesar de mostrarnos complicadas tramas de cárteles, casinos y asesinatos, y eso tiene un mérito increíble. Situaciones realmente inverosímiles parecían creíbles por|para la forma en cómo se llegaba. La serie nos ha llevado de la mano hasta un punto donde, como espectadores, vemos lógico que la mejor solución a un problema sea eliminar una persona. ¿Cómo es posible? Gracias a la construcción de sus personajes.
Te puede interesar