Como todos los martes y jueves , hoy te recomendamos las novedades de la plataforma. Netflix anunció la lista de estrenos con nuevas películas, series y documentales.
El 22 de febrero, Netflix estrenó Tríada, la serie protagonizada por la actriz mexicana Maite Perroni. En esta historia, le da vida a tres personajes que por azares del destino se encontrarán, sin buscarlo, lo que destapará una serie de encubrimientos y mentiras alrededor de las hermanas.
“Lo que parecía ser solo la escena de un crimen más en el trabajo de Becca (Maite Perroni), resultó ser un punto de quiebre en su vida, al darse cuenta de que la víctima es una mujer idéntica a ella. Empeñada en conocer la verdad, Becca emprende una investigación que la lleva a descubrir que hay una tercera persona, también idéntica, quien tampoco sabe nada de estas coincidencias. Aunque el peligro es inminente, Becca se adentrará en un oscuro camino para revelar la verdad…”, se lee en la sinopsis de la serie.
Tríada, una serie compuesta de ocho episodios, está escrita por Leticia López Margalli (Oscuro Deseo) y basada en hechos reales. Acompañan a Perroni los actores David Chocarro, Flavio Medina, Nuria Bages, Ofelia Medina, Ana Layevska, Daniella Valdez y Aldo Gallardo.
Cuál es la historia real detrás de Tríada
Tríada está basada en la historia de los hermanos Edward Galland, David Kellman y Robert Shafran, quienes fueron separados al nacer para luego ser ubicados en diferentes familias: una obrera, otra de clase media y la tercera, la casa de un médico acomodado.
En 1980, cuando los trillizos tenían 19 años, un encuentro casual y un caso de des identidad hicieron que se encontraran. Hasta ese momento, ni ellos ni las familias sabían que ninguno de los otros dos habían existido.
Al principio, la historia de los trillizos fue aclamada por los medios de comunicación: a pesar de sus diferentes crianzas, los tres hombres eran iguales. Caminaban igual, bailaban igual, fumaban el mismo tipo de cigarros entre otros intereses similares. Sus padres adoptivos incluso revelaron que cuando eran bebés, cada niño se angustiaba y se golpeaba la cabeza contra el costado de la cuna.
El caso de los hermanos fue una sensación de la noche a la mañana: los trillizos incluso hicieron un cameo en la película de Madonna Buscando desesperadamente a Susan. Durante quince años, los hombres vivieron una existencia feliz, abrieron juntos un restaurante llamado “Trillizos” y cada uno se enamoró y tuvo hijos.
La tragedia volvió a ellos
La felicidad entre los hermanos no duró más tiempo después de que en 1995, Galland se quitara la vida por un caso de depresión, producto de una serie de problemas mentales que comenzaron a afectarlo no solo a él sino a los tres hermanos desde pequeños.
“Los que nos estaban estudiando vieron que estaba ocurriendo un problema. Y podrían haber ayudado... y no lo hicieron”, le dijo Kellman al New York Post en referencia al estudio por parte de la agencia de adopción al que fueron sometidos los hermanos.
El principio de todo
La madre de los trillizos fue una adolescente, que dio a luz el 12 de julio de 1961 en el Hospital Hillside en Glen Oaks, Nueva York. Separados a los seis meses por la ya desaparecida agencia de adopción de Manhattan, Louise Wise Services, los niños se criaron a menos de 160 kilómetros uno del otro. Ninguno de los padres adoptivos sabía de la existencia de los otros hermanos.
Antes de que los bebés fueran colocados en sus hogares adoptivos, la agencia les había dicho a los futuros padres que los niños eran parte de un “estudio de desarrollo infantil de rutina”. Los padres dijeron que estaba fuertemente implícito que la participación en el estudio aumentaría sus posibilidades de poder adoptar a los niños.
Tras la muerte de uno de los hermanos, ese mismo año, el periodista neoyorquino Lawrence Wright estaba realizando una investigación para un artículo llamado Double Mystery. En este, Wright escribió sobre el Dr. Peter Neubauer y su proyecto ‘naturaleza versus crianza’ que comenzó en la década de 1950.
A través de sus hallazgos, Wright pronto descubrió que Neubauer había trabajado con una agencia de adopción de “élite” llamada The Louise Wise Agency, para monitorear a hermanos idénticos durante la infancia. El requisito acá era que los niños tenían que ser separados.
En el documental Three Identical Strangers (Tres idénticos desconocidos), estrenado en 2018, los hermanos recordaron que personas de la agencia los filmaron, pidiéndoles que dijeran esto o aquello, andar en bicicleta o pintar un cuadro, con el pretexto de que estaban monitoreando a los niños que habían sido adoptados.
Sin embargo, poco después de que los hombres se reunieran, sus padres se dieron cuenta del experimento y se enfrentaron al personal evasivo de la agencia de adopción. Furiosos por lo que ellos y sus hijos habían pasado, no recibieron respuestas hasta que un encuentro casual los impulsó a descubrir la verdad. Sus hijos habían sido separados deliberadamente, junto con muchos otros.
Tras una serie de investigaciones, descubrieron que los psicólogos se habían asociado con la agencia para el “Estudio de gemelos” e incluso Neubauer visitó a los niños durante los primeros 10 años.
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