Aunque a priori no lo parezca, una partida de poker tiene mucho en común con un partido de cualquier deporte, ya sea uno individual como el tenis o colectivo como el fútbol. Por ello, hay estrategias que se aplican habitualmente a la hora de encarar desafíos deportivos que se pueden trasvasar perfectamente al juego de cartas más famoso, y hacerlo además en cualquiera de sus versiones.
Así, trazar una táctica, mantener la concentración, estudiar al adversario, no dejarse llevar por logros o reveses puntuales, e incluso saber retirarse a tiempo resultan estrategias ganadoras tanto en el deporte, como en el poker y si apuramos también en otros ámbitos todavía más relevantes como el mundo de los negocios sin ir más lejos…
Aquí van explicadas todas las estrategias que se aplican en competiciones deportivos que pueden ir muy bien igualmente para las timbas de poker, ya sean online o presenciales.
Seguir una táctica
Para afrontar bien un choque deportivo hay que dejar poco espacio a la improvisación, ya que este negociado es privativo de genios tipo Maradona o Messi, que como bien sabemos son únicos e irrepetibles. Por lo tanto, tener clara la táctica que se va a desplegar para conseguir el triunfo resulta primordial, debiéndose por ejemplo en el caso del fútbol estudiar aspectos que abarcarían desde dónde se va a realizar la presión hasta las condiciones de subida de los laterales al área rival.
Si trasladamos las consideraciones tácticas al poker, habría que definir de antemano aspectos como si interesa tener un rol más agresivo o más conservador, y en función de esto cuándo habría que ir con unas determinadas cartas, si se contempla marcarse algún farol o no teniendo en cuenta los rivales de la mesa, y en caso de que sí cuántos fondos merece la pena aventurar en perspectiva de la recompensa a percibir…
Se puede esgrimir que esto resta espacio a la improvisación, pero en realidad no es así, ya que el jugador va a tener que seguir haciendo muchas elecciones, por lo que en realidad se trataría de contar con una hoja de ruta, una bitácora de actuación en la partida que ayude a conseguir sus objetivos.
Estudio del adversario
No descubrimos nada si decimos que el profundo conocimiento del adversario es algo fundamental en cualquier competición deportiva. Este aspecto a priori no resultaría tan factible en el poker, a menos que hablemos de jugadores profesionales. Sin embargo, se trataría tan solo de sustituir el visionado previo de videos con la observación atenta del rival en la partida, de los momentos en los que va a una mano, las cantidades que pone en liza e incluso cómo cambian sus gestos en función de las cartas que lleva…
Mantener la concentración
Los grandes deportistas no lo son únicamente por su destreza técnica y mentalidad ganadora, ya que a estas virtudes añaden una capacidad de concentración a prueba de cualquier eventualidad. Si extrapolamos esto al poker, el paralelismo está muy claro, al resultar muy difícil tener éxito si no se tienen los cinco sentidos en la partida, sin ir más lejos por estar pendiente de las notificaciones del móvil, o de cualquier otro aspecto que distraiga la atención de los detalles del juego, en los que en muchas ocasiones se dirime el resultado de las manos.
No dejarse llevar por episodios concretos
Antes aludíamos a la mentalidad como rasgo distintivo de los cracks del deporte, y esta característica es precisamente algo consustancial al ADN del éxito en cualquier actividad humana, ya sea el emprendimiento, la competición deportiva o la práctica de un juego tan especial como el poker. Así, no sabemos si hay que tratar al triunfo y a la derrota eventuales como dos impostores en sintonía con Kipling, pero sí al menos que en el juego de cartas más famoso del mundo a una mano estrepitosa le puede suceder otra gloriosa, por lo que no conviene hundirse ni venirse arriba, valorar que tanto el éxito como el fracaso son momentáneos y obrar en consecuencia.
Tener claro el objetivo
¿Un equipo al que le vale el empate debe arriesgar igual que otro que necesita la victoria? Pues en el poker similarmente variaría la estrategia a desplegar en función de los objetivos del jugador, que no tienen por qué consistir en ganar a toda costa, sino simplemente en pasar un rato divertido, emocionante y relajante, que nunca se va a traducir en una mala experiencia si ha supuesto un pequeño desembolso económico que se podía permitir. Después de todo, uno no vuelve más rico a casa cuando sale al cine, a cenar o dar una vuelta, y sin embargo le merece la pena en caso de no haber realizado ningún dispendio.
La virtud de la retirada a tiempo
En lo que respecta al deporte de elite, con esto no nos referimos tanto a los deportistas que niegan su ocaso, como a los entrenadores que no sacan de la cancha a jugadores cuando tienen un mal día o están muy fundidos físicamente. En el poker la retirada a tiempo es lo mejor si se tiene un mal día o mentalmente no se está en la partida. Cada mañana sale el sol, y si la suerte no besa hoy siempre lo puede hacer otro día.
Esperamos que te haya resultado interesante este post sobre estrategias del deporte aplicables al poker, y que te haya llamado la atención la gran cantidad de nexos comunes que tienen dos actividades que aparentemente parecen muy diferentes.