Duki, el máximo exponente de la escena urbana nacional sumó anoche un nuevo hito en su carrera con su "histórica" y consagratoria primera función en el Estadio de Vélez Sarsfield, donde junto a más de 45.000 personas y reunió sobre el escenario a invitados del calibre de Bizarrap, Nicki Nicole, Khea, Emilia y Rusherking.
Entre ráfagas de pirotecnia, una introducción que se basaba en una épica inspirada en las películas de Rocky Balboa y una banda calibrada para rockear el repertorio, el cantante asomó, pasadas las nueve de la noche, en el inmenso escenario del Amalfitani con los primeros versos de "Givenchy", con la que marco su regreso al trap.
Luego de ponerse en modo "Rockstar" para la segunda, rompió el hielo y dejó unas primeras definiciones que mostraban su emoción contenida sobre este desembarco histórico, que el público festejó con canticos a la altura de un ídolo popular, y que marcó el debut en un estadio en el mismo escenario en el que había visto por primera vez a Charly García junto a su padre.
"Me acabo de dar cuenta hace diez minutos en dónde estoy parado y no lo puedo creer", resumió visiblemente emocionado, y agregó: "Muchas veces me pasa que me cruzo con gente que me dice 'tu música me cambió la vida', pero que ustedes hayan escuchado mi música terminó por cambiarme la vida a mí".
Con altos niveles de distorsión en las guitarra de Yesan, el toque preciso y potente de Andy Vilanova en batería y la línea de bajo espesa de Julián Monte, Duki siguió con el show y elevó a la máxima potencia la contundencia de canciones como "Si te sentís sola", "Sudor y trabajo", "Volando bajito" y "Top 5", al llevarlas a un plano parecido al de sus queridos Linkin Park.
Rei, el primer invitado de la noche, aportó su voz en "Pintao" y "Pininfarina", antes de uno de los momentos más festejados de la noche, aunque con el sinsabor de dos ausentes con aviso, YSY A y Neo Pistea, sus compañeros de "Modo Diablo", el grupo que inauguró las primeras giras nacionales de trap argentino.
"Por motivos personales, porque somos artistas y cada uno tiene su vida y sus giras, hoy no pueden estar los dos acá. Sé que tienen ganas de ver a 'Modo Diablo' juntos, pero ya va a suceder. Casi la mitad de la culpa de que yo esté acá se las debo a ellos: YSY y Neo fueron las personas que elegí como mentores y hermanos de la vida y con los que soñábamos esto".
Sobre esos tiempos, recordó incluso que los tres estuvieron "así de cerca de dejarlo todo" y agregó: "Nunca me voy a olvidar de esos días, cuando pensábamos que éramos unos locos a los que iban a escuchar sólo diez personas. Y fueron ellos los que estuvieron conmigo en los peores momentos, al igual que mi familia, porque ellos también son mi familia", señaló antes de la volada "Vuelta a la Luna" y la picante "Quavo".
Luego de las primeras diez, Duko desapareció del escenario mientras por los altavoces se escuchaba la voz del periodista Osvaldo Príncipi, en modo presentación pugilística para dar paso otra vez al cantante nacido en Almagro con el nombre de Mauro Ezequiel Lombardo, quien aparecía en duplicado en las pantallas para una cómica conferencia de prensa.
De un lado, el Duki del Quinto Escalón con su icónica campera del Milan, y del otro, su alter-ego artístico inflando el pecho por los logros conquistados y descorchando un champán
El mensaje era claro: no hay uno sin el otro y gracias al recorrido de ambos la diatriba quedaría resuelta por el peso de la propia postal del estadio y por el protagonista que daba su veredicto desde un nuevo escenario: "La obra nunca va a reemplazar al artista, el autor es el que escribe el principio y el final y siempre va a ser así", dijo.
En un abrir y cerrar de ojos, el cantante asomó desde un ring de boxeo montado arriba de la cabina de sonido y ubicado en el medio del campo, listo para fundirse "con los pibes del fondo" como cantó en el hit "Hello Cotto", que contrapuso con la calma acústica y despojada de "Ticket" que el público recibió con los flashes de sus celulares encendidos.
De vuelta en el escenario principal, Duki presentó la primera canción de su historia artística titulada "No vendo trap", aquella canción que pudo grabar en un estudio de grabación gracias al premio que conquistó tras vencer en una de las finales del Quinto Escalón, la plataforma cultural asentada en el Parque Rivadavia donde emergieron algunos de los grandes talentos de la actual y dominante escena urbana.
El show, que continuó con "Level Up", "Lost Tape" y "Mi Chain de Roque" y después siguió -con C.R.O como voz invitada- con "Alas", "Fuck Luv" e "Hijo de la Noche", uno de los éxitos más fructíferos en la carrera de ambos, hizo parte a otra figura fundamental del trap local como Obie WanShot que prestó su 'flow' en "Angelito" y "Hielo".
Siempre generoso, le cedió el escenario a su ladero Asan, pieza fundamental del directo por su aporte en las segundas voces, teclados y simples, que con un dejo de timidez ocupó el centro para hacer una suya, titulada "Teca".
Con el regreso de sus músicos, llegó la serie conformada por "Piensa en mí", "Hablamos mañana", "Chico estrella" y "Sold Out Dates" cuando recién promediaba la noche.
"Perdóname si llego tarde" y "Cuánto" con Lucho SSJ ("Lo conozco desde el día uno y siempre fue la misma persona", lo elogió el invitado) sonaron antes de un bloque que tuvo, además de una bola de boliche para acompañar el toque funky y pop, canciones como "I Don't Know", "Cascada", "Unfollow" y "Antes de Perderte" en la previa de la sensible "Además de mí" junto a Rusherking.
Con unas primeras estrofas empezadas, apareció Lit Killah para estrecharle la mano al anfitrión y acompañarlo en "Mala Mía" y, luego, la noche siguió su curso con "Interestelar" con el regreso de C.R.O y el valor agregado de un nuevo invitado como FMK que aportó vocales y tonalidades más cercanas a la de los artistas caribeños.
El repertorio de "Temporada de reggaetón" fijó parte de la trama de este pasaje que alcanzó su punto de ebullición más alto con el ingreso de Emilia Mernes que terminó de sumar dulzura y romanticismo a la velada en "Como si no importara".
Luego de encender al estadio con "Si quieren frontear", la canción que grabó con Quevedo y De La Ghetto, presentó a su primer invitado internacional, al español Rels B que soportó "más de doce horas de avión" para dar el presente en "Yin Yan".
Para el final iban a quedar algunas sorpresas más, algunas escondidas con picardía por el rapero que "lamentaba" algunas supuestas ausencias de antemano, pero todavía quedaban pendientes "Celosa", la pesada "Hit Boy" junto a Khea.
"Tumbando el Club Remix", el himno del trap argentino patentado en 2019, contó con algunas de sus voces originales: Khea, C.R.O, Obie WanShot y Lucho SSJ se repartieron los roles y los versos para dejar flameando bien alto y con orgullo la bandera del trap cien por ciento nacional.
"Espero que disfruten la vida porque hay una sola, pero a veces hay que vivir sin frenos", aconsejó en la introducción de "Sin Frenos" y antes de la internacional "YaMeFui" junto a una emocionadísima Nicki Nicole que no pudo contener las lágrimas ante la contundente postal que legaba el comienzo de una seguidilla de históricas funciones en el Estadio de Vélez: "Sos un orgullo para todos nosotros", lo felicitó la rosarina.
La flauta reconocible de "Malbec" daba rienda suelta a ilusionarse con un invitado al que Duki ya le había dedicado algunas canciones, pero a medida que llegaba el final su ausencia se hacía notar, hasta que la pista mutó hacia un ritmo electrónico en clave de remix y apareció, enfundando una casaca histórica del Fortín, la figura reconocible del productor Bizarrap, con quien confirmaron una próxima "Session", que cayó rendido ante los pies del "número uno, el mejor del mundo".
Con una inversa carga emotiva, Duki presentó junto a Khea la desgarradora "She Don't Give a FO", grabada a puro llanto y con el corazón roto en 2018 y anoche resignificada para acompañar el punto más alto de una carrera que aún tiene pendientes tres funciones más en ese estadio con un show esta noche y otros dos la próxima semana.