Si bien se filtró el viernes pasado, este lunes será la oficialización ante la Fiscalía de San Isidro del trabajo de los once peritos oficiales y los de parte, que dará continuidad al proceso judicial por el fallecimiento del astro futbolístico.
Los once peritos oficiales y los de parte deberán presentarse a partir de las 12.00 en la fiscalía general de San Isidro, donde se hará entrega del informe de manera oficial puesto que el pasado viernes se filtró a los medios de prensa.
Incluso, por la filtración del pasado viernes, según fuentes consultadas, los fiscales tomarán alguna determinación sobre el perito a quien tienen identificado como responsable y podría acarrear un nuevo escándalo en la causa.
El hecho que se haya filtrado da pie a que algunas defensas presenten nulidades, pero también conllevará una denuncia penal a quien lo hizo.
Del informe surgen conclusiones demoledoras para las defensas: “Según las buenas prácticas médicas y una vez resuelta la patología aguda que dio origen a su internación en Clínica Olivos (hematoma subdural) y considerando el cuadro clínico, clínico-psiquiátrico y el mal estado general, debió haber continuado su rehabilitación y tratamiento interdisciplinario en una institución adecuada”.
Así hizo referencia la Junta Médica sobre el alta médica avalado por el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, dos de los imputados en la causa.
En esa línea, los peritos son determinantes al asegurar que desde que fue internado Maradona en La Plata y luego en Olivos, no estaba “en pleno uso de sus facultades mentales, ni en condiciones de tomar decisiones sobre su salud” y su muerte fue al menos doce horas antes del 25 de noviembre al mediodía ya que “presentaba signos inequívocos de periodo agónico prolongado”.
Todo ello “habiendo una falta de control desde las 0:30” de ese día, más allá que su entorno y los médicos lo advirtieron cerca del mediodía.
Sobre eso, los médicos dijeron que “fueron ignorados los signos de riesgo de vida que presentaba” y al respecto tuvieron en cuenta los mensajes de Whatsapp que figuran en la causa, donde en uno de ellos enviado a Luque por el kinesiólogo Nicolás Taffarel señalaba: “La semana pasada les dije que había que levantarlo porque podía hacer un edema de pulmón”.
También es demoledor sobre la actuación de los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid, esta última ni siquiera lo veía porque Maradona la había echado y era quien estaba la jornada del 25 de noviembre: “Se encuentra plagado de deficiencias e irregularidades” y no hubo “correctos controles y asistencia por parte médico-asistenciales, de enfermería y acompañantes terapéuticos ni en tiempo ni en forma”.
En esa línea también es incluido el accionar del psicólogo Carlos Díaz ya que “no existen constancias de atención psicológica en el domicilio, luego de la externación de Olivos” y las mismas eran “indispensables para el adecuado tratamiento de la patología que presentaba Maradona”.
“La internación domiciliaria post externación no fue tal, ya que no existieron los lineamientos mínimos de tal internación en un paciente de la pluripatología compleja que presentaba Maradona”, dijo sobre ese punto solicitado por fiscalía.
Una de sus últimas conclusiones indicó: “El equipo médico tratante representó cabal y acabadamente la posibilidad del resultado fatal respecto del paciente, siendo absolutamente indiferentes a esa cuestión, no modificando sus conductas y plan médico/asistencial trazado, manteniendo las omisiones perjudiciales precedentemente apuntadas, abandonando ´a la suerte´ el estado de salud del paciente”.
Esto contribuye a la hipótesis de los investigadores de agravar la acusación del expediente donde actualmente se investiga como homicidio culposo, para darle paso a una posible mala praxis y a un delito de homicidio simple con dolo eventual.
También sobre la medicación psiquiátrica que daba Agustina Cosachov, puesto que los peritos estiman que no se puede descartar “que no haya influido en el desenlace fatal, ya que no se realizaron en los últimos 14 días previas al deceso, controles cardiológicos ni de laboratorio”.
Fuente NA