El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, dijo que pasarán "unas semanas" antes de que las cuentas suspendidas, como la del expresidente Donald Trump, puedan restaurarse en la plataforma.
"Twitter no permitirá que nadie que haya sido eliminado de la plataforma por infringir sus reglas vuelva a ingresar hasta que tengamos un proceso claro para hacerlo, lo que llevará al menos unas semanas más", tuiteó Musk.
Luego recordó su plan para formar un consejo de moderación de contenidos compuesto por representantes "que seguramente incluirán a la comunidad de derechos civiles y grupos que enfrentan la violencia motivada por el odio".
El compromiso de Musk significa, en particular, que Trump no volvería a Twitter hasta las elecciones intermedias del próximo martes, que determinarán el control del Congreso.
Trump fue expulsado de la plataforma poco después del asalto que realizaran sus simpatizantes al Capitolio, el 6 de enero de 2021, con miras a impedir la certificación electoral de su rival demócrata, Joe Biden.
Consultado sobre esta suspensión, Musk opinó en mayo que se trataba de una "decisión moralmente mala y sin sentido en extremo", replicó la agencia de noticias AFP.
Las medidas de Musk dan lugar a los discursos más extremistas
Desde que adquirió Twitter, Musk generó la ira de organizaciones y personalidades preocupadas por su postura a favor de reducir la moderación de contenidos, dando lugar a los discursos más extremistas.
Un colectivo de unas 50 asociaciones para la defensa de la democracia, la lucha contra la desinformación y la observación de los medios envió una carta abierta a los 20 mayores anunciantes en Twitter, advirtiéndoles que las promesas de Musk de una plataforma que seguirá siendo "acogedora para todos", no representan "con precisión" sus planes para Twitter.
En un tuit de este martes, Musk dijo que habló con varios jefes de grupos de derechos de las minorías sobre "cómo Twitter continuará luchando contra el discurso de odio y el acoso, y haciendo cumplir su política sobre integridad electoral”.