Según el parte del Vaticano que se difundió este sábado, el papa Francisco “pasó una noche tranquila”, luego de su última crisis de broncoespasmo que le provocó un empeoramiento repentino de su cuadro respiratorio. Sin embargo, en las últimas horas surgieron rumores de que “el pronóstico sigue siendo reservado”
De acuerdo a la información suministrada esta mañana, el sumo pontífice ha despertado, ha tomado café y ha leído el periódico, indicaron fuentes vaticanas.
El boletín agregó que el Papa no tiene fiebre y “no presenta leucocitosis”. Los parámetros hemodinámicos, “se han mantenido siempre estables”.
Señaló que Francisco realizó este sábado fisioterapia respiratoria “colaborando activamente y no presentó episodios de broncoespasmo”. El Papa “está siempre alerta y orientado”. Por la tarde “recibió la Eucaristía y luego se dedicó a la oración”.
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En el serio episodio del viernes, cuando sufrió “un broncospasmo” en torno a las 14, se evidencio que “el Papa necesita una mayor intensidad de suministro de oxígeno, una respiración mecánica no invasiva y sin entubación".
El espasmo repentino en los bronquios hizo que el Papa vomitara e inhalara una parte. “En sus pulmones terminó material ácido, jugos gástricos y un ulterior elemento de irritación para los pulmones”
“Esto genera una mayor inestabidad e incertidumbre sobre el decurso de la enfermedad del Santo Padre”, dijo el infectivologo Nicolás Petrosilo, del policlínio Campus Biomédico de Roma.
Cabe recordar que Francisco es un hombre de 88 años al que le extirparon una parte del pulmón y que los médicos no consideran que ya esté fuera de peligro, por eso los médicos mantienen el pronóstico reservado.