Por Federico Giannetti (NA)
La Selección argentina iniciará un nuevo sueño el 22 de noviembre próximo, en su debut en el Mundial de Qatar 2022 frente a Arabia Saudita, de la mano del entrenador Lionel Scaloni y del capitán Lionel Messi, quienes serán los encargados de comandar la ilusión junto a un plantel que, más allá de algunas complicaciones, arribará al certamen de una forma inmejorable.
Argentina se reinventó por completo con la llegada de Scaloni y la conquista de la Copa América 2021 dio paso a una nueva etapa: el fin de los cuestionamientos de épocas anteriores y el comienzo de un fuerte vínculo entre el equipo y los hinchas.
No fue fácil dinamitar la serie de críticas que enfrentó parte del actual plantel junto a otros históricos que fueron injustamente vapuleados por la opinión pública, al igual que el técnico oriundo de Pujato, que respondió con trabajo silencioso hasta llegar al punto de cortar una sequía de 28 años para el seleccionado albiceleste.
Además, le permitió a Messi ser Messi: bien rodeado, con futbolistas que juegan en su mismo idioma, el astro rosarino brilló en todo su esplendor, alzó su primer trofeo con la celeste y blanca y rompió todos los récords que se cruzaron en el camino.
No fue casualidad, porque Scaloni supo conformar un grupo formidable y eso se trasladó al campo de juego, con un equipo que lleva 35 partidos invicto y se ganó el corazón de la gente.
La nómina que determinó el DT tendrá una baja de peso, sensible desde lo futbolístico y desde lo humano: el mediocampista Giovani Lo Celso, una de las claves del presente argentino, se perderá el Mundial por lesión y la dura misión del entrenador será encontrarle un reemplazante.
En el resto no hubo sorpresas, con un Emiliano "Dibu" Martínez más que consolidado como arquero titular, secundado por Franco Armani y Gerónimo Rulli.
En la defensa, dos opciones para cada lateral que pelearán cabeza a cabeza por un lugar en el once y una dupla central que alcanzó la cúspide del rendimiento: la gran aparición de Cristian "Cuti" Romero es otra de las razones de la actualidad de la Selección junto a la revancha consumada de Nicolás Otamendi, dos muros inquebrantables en la zaga.
La mitad de la cancha, pese a la mencionada ausencia de Lo Celso, tiene dos números puestos: Leandro Paredes afianzado como volante central y Rodrigo De Paul, que pareciera transformarse al ponerse la camiseta del elenco nacional y no para de sorprender por su entrega y rendimiento.
Arriba, Messi. Y junto a Messi, Ángel Di María, dueño del gol más gritado de los últimos años en el Maracaná frente a Brasil, y el indomable Lautaro Martínez.
También existen variantes en todas las posiciones, al margen de que Alejandro "Papu" Gómez y Alexis MacAllister se disputan el puesto que la mala fortuna de Lo Celso dejó vacante en el mediocampo.
El sendero será largo y sinuoso. Así son los Mundiales y lo puede aseverar el campeón de 1986, por quien nadie se hubiese animado a apostar ni medio centavo, o el seleccionado de Marcelo Bielsa que estuvo a años luz de colmar las expectativas en Corea- Japón 2002. Pero cada Copa del Mundo renueva la esperanza.
Y hay con qué soñar, sin dudas. Fútbol y corazón. Un técnico que tiene claro el camino y el mejor jugador del mundo. Entonces, que comience la ilusión...