Por Fabián Galdi
Volvíamos el sábado pasado del Al Bayt Stadium, donde Francia había vencido a Inglaterra en cuartos de final, cuando – de repente – dos periodistas italianos se dieron vuelta y consultaron qué edad tiene Enzo Fernández. Ni siquiera esa avidez por conocer la notica tenía que ver con el pase de “les bleus” a la instancia semifinal de la Copa del Mundo y, por ende, también a la eliminación inglesa de esta Copa del Mundo. No, los colegas peninsulares necesitaban ese dato y hasta arriesgaron que el actual mediocampista del Benfica podría estar tasado en no menos de unos 60 millones de euros para el próximo mercado europeo.
Tampoco es casual: la adaptación del exRiver al fútbol de alta competencia en el viejo continente ha sido inmediato. Y si a esto le sumamos que, el por entonces juvenil se constituyó en una figura clave del seleccionado nacional en una cantidad escasa de partidos durante este Mundial, lo cierto es que otras ligas más competitivas – por caso la Premier League – podrían tentarlo con la posibilidad de sumarse quizás a la temporada 2023/2024 o no mucho más que la siguiente.
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Fernández cumple una multifunción en La Selección y para Lionel Scaloni se convirtió en un gran lector del juego en equipo. Si bien su posición natural en el campo es la de mediocampista por derecha, lo cierto es que en el actual esquema táctico lo hace como centro y desde allí dosifica sus movimientos conforme la misión que le determina el entrenador. Si algo le faltaba a una aparición sin dudas fulgurante, esto fue el golazo que le marcó a México en la fase de grupos. La pegada exacta, combinando precisión, potencia y dirección, le dio a ese disparo un potencial que se transformó en la concreción de uno de los tantos más bellos en lo que va de Qatar 2022.
El penal fallado en la definición frente a los neerlandeses, con una pelota que buscó el palo más alejado del arquero, pero se fue a centímetros del poste derecho de Danny Noppert, lo puso en una situación límite que dejó en claro que lo que queda es recuperarse lo más pronto posible y tomar la falla como una experiencia a capitalizar.
De hecho, el hoy baluarte en el conjunto nacional presenta un ecosistema que le permite adaptarse a marcaciones en zona, hombre en zona y personales mientras dura la jugada.
Así, su capacidad de adaptación permite inferir que, a esta Selección llegó para quedarse. Tiene con qué.