Desde su elección como Papa en 2013, muchos esperaban que Francisco I, o para nosotros más conocido comúnmente como Jorge Mario Bergoglio, realizara al menos una visita oficial a Argentina: sin embargo, su país de origen quedó fuera de su agenda de viajes durante todo su pontificado.
Mientras recorrió países como Brasil, Bolivia, Paraguay, Chile y Perú, la ausencia de una visita a suelo argentino generó especulaciones y debates sobre los verdaderos motivos detrás de esta decisión.
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Los motivos por los que Francisco I nunca visitó Argentina como Papa
Uno de los principales factores fue la fuerte polarización política en Argentina: Francisco siempre intentó mantenerse al margen de disputas partidarias, pero su figura fue constantemente utilizada por distintos sectores políticos. Cada uno interpretaba sus gestos y declaraciones según su conveniencia, generando tensiones que podrían haberse intensificado con una visita.
El propio Papa dio pistas sobre esta decisión en varias oportunidades. En 2017 explicó que no quería que su visita fuera utilizada políticamente: "No quiero que un viaje mío a Argentina sea motivo de división". En otras ocasiones, sugirió que su prioridad eran los países más pequeños o en crisis, como fue el caso de su visita a Irak o Sudán del Sur.
También influyó su relación con la Iglesia local: el excardenal tuvo diferencias con ciertos sectores del episcopado argentino, especialmente con algunos obispos más conservadores que veían con recelo su estilo reformista. Además, consideraba que la Iglesia argentina debía asumir su propia responsabilidad sin depender de su figura.
Otro aspecto que pesó en su decisión fue personal. En varias entrevistas reconoció que su relación con Argentina era compleja y que prefería evitar situaciones incómodas o la presión de ciertos grupos. Además, su familia y amigos más cercanos estaban en el país, lo que hacía que un viaje tuviera un componente emocional fuerte.
A pesar de su ausencia, siempre se mantuvo pendiente de la realidad argentina. Su muerte deja la incógnita de si su sucesor considerará visitar el país que el primer Papa argentino nunca pisó en funciones.