Actualmente con su paquete mayoritario en manos del Estado nacional, ha iniciado su proceso de privatización. Esta medida marca un hito, siendo IMPSA la primera empresa de la gestión de Javier Milei que será vendida a privados, aunque no estaba incluida en la Ley Bases. Un fondo inversor de Estados Unidos ha mostrado interés en esta empresa, que exporta el 85% de su producción y tiene presencia en más de 40 países, generando equipamiento para las industrias de petróleo, gas, energía hidroeléctrica, nuclear, eólica y solar fotovoltaica.
Firma del convenio y declaraciones
El convenio que establece el proceso de privatización se firmó este jueves al mediodía en la Casa de Gobierno. El acto contó con la presencia del secretario de Planeamiento y Gestión Productiva de la Nación, Juan Pazo, y el gobernador Alfredo Cornejo. Durante la firma, Cornejo afirmó: "No hay un único interés, tenemos varias consultas por estas acciones, por lo que somos optimistas respecto del resultado del proceso de cesión".
Por su parte, Pazo explicó: "Estamos abriendo un proceso de capitalización y tenemos un interés muy claro en que la empresa crezca en manos privadas. Si bien hay un fondo de inversión de Estados Unidos que ha hecho una oferta, la idea —que trabajamos en conjunto con Mendoza— es abrir un proceso a otros oferentes por 30 días". Transcurrido este período, se realizará una oferta final que será comunicada por medios públicos, llamando a un proceso de mejoramiento de la oferta y luego definir a quién vender las acciones estatales.
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Proceso de venta y garantías
El convenio prevé garantizar los puestos de trabajo y establecer dos etapas para la futura venta de la firma. El oferente inicial deberá comprometerse a pagar los sueldos durante los próximos dos meses y en septiembre quedaría en una situación "ventajosa" en caso de que se sumen otros interesados. El proceso de adquisición se finalizará después de una oferta pública de mejoramiento.
Pazo destacó la situación financiera de la compañía: "La compañía sigue enfrentando deudas por 500 millones de dólares y una pérdida mensual de 2,5 millones de dólares. El Estado ha invertido más de 60 millones de dólares desde 2021 y no sirvió para recuperar la competitividad de la empresa. Estamos tratando de modificar esto, generar las condiciones para que el sector privado invierta y garantizar la capitalización de la compañía, para que continúe trabajando y mantenga el nivel técnico y tecnológico".
Antecedentes y situación actual
IMPSA fue estatizada por el gobierno de Alberto Fernández debido a una severa crisis financiera que no ha sido resuelta. "IMPSA es un emblema de Mendoza, una multinacional que engrandeció a la provincia y queremos que siga funcionando como la empresa exitosa que fue antes de que las condiciones del país entraran en parámetros anormales", argumentó Cornejo. Añadió que "la inyección de fondos frescos a partir de aportes no reembolsables que viene recibiendo la compañía desde el año 2010, no sirvió para reestructurarla ni para retomar esa senda de progreso".
La empresa, que ha sido un pilar de la industria metalúrgica en Mendoza desde su fundación en 1907, se enfrenta actualmente a una situación financiera crítica. La capitalización de los gobiernos era solo un puente hacia la privatización, según fuentes cercanas a la empresa. El Estado es el socio mayoritario y controlante, con el 85% del paquete accionario. La provincia posee 21,2% de las acciones, mientras que la Nación conserva otro 63,7%. El restante 15,1% está en manos de accionistas privados, en su mayoría bancos que reestructuraron la deuda de la empresa.
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Historia de IMPSA
IMPSA, fundada como Talleres Metalúrgicos Pescarmona en 1907, ha sido un referente en la provisión de soluciones integrales para la generación de energía a partir de recursos renovables. Durante más de un siglo, la empresa ha evolucionado y se ha expandido, operando en diversas unidades de negocio: Hydro, Wind, Nuclear, Servicios, Oil & Gas/Hidrógeno, Fotovoltaico, Inteligencia Artificial, Grúas y Defensa.
A pesar de los desafíos financieros y de gestión, IMPSA sigue siendo un proveedor crucial para distintas industrias argentinas. La privatización busca asegurar su continuidad y competitividad en el mercado internacional, permitiendo que la empresa recupere su prestigio y liderazgo en el sector.