El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó la convocatoria a sesiones extraordinarias en el Congreso a través de un decreto que firmó el presidente Javier Milei y que se realizarán desde el 20 de enero hasta el 21 de febrero.
El temario incluye el proyecto que busca la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y la modificación de la ley orgánica de partidos políticos y su financiamiento. También se tratará la Ficha Limpia y los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema de Justicia.
El temario de proyectos a tratar incluye la “Ley Antimafias”, modificación del Código Procesar Penal a fin de regular el “Juicio en ausencia”, régimen de reiterancia y unificación de condenas, Ley de Reforma para el Fortalecimiento Electoral, Ficha Limpia, Ley sobre Compensación e Índice de Actualización de Quebrantos y la consideración de pliegos que requieran acuerdo Senado de la Nación.
Hubo un fuerte debate interno durante diciembre entre el ala del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, que prefería esperar para convocar, y el sector del asesor Santiago Caputo, que quería mantener la agenda de LLA en el candelero y dar las discusiones sobre esos temas lo antes posible, con especial interés en los nombramientos en el Máximo Tribunal y la supresión de las elecciones Primarias para que dejen de estar vigentes este mismo año electoral.
Mientras tanto, el presidente firmó a distancia el decreto, que saldrá publicado el lunes en el Boletín Oficial con la lista de temas y los motivos de la convocatoria.
Las sesiones extraordinarias son el principal tema en la lista de prioridades del Gobierno, que quiere patear lo más posible cualquier discusión electoral definitoria. Santiago Caputo podría verse con Cristian Ritondo e incluso podría haber una conversación entre el Presidente y Mauricio Macri, que se encuentra en el sur, en su retiro de Cumelén. Pero los libertarios no propiciarán definiciones sobre candidaturas o las bases de un acuerdo formal entre La Libertad Avanza y el PRO o cualquier otro partido hasta que sea inminente el cierre de listas.
Por un lado, quieren mantener expectantes a las otras fuerzas para asegurarse de que respalden sus medidas en el Congreso. Por otro, están convencidos de que el posicionamiento de Milei y su administración ante la opinión pública sólo mejorará durante los próximos meses. Y quieren llegar lo más fortalecidos posible a la elección.
Por lo pronto, no tienen planeada ninguna reunión concreta con dirigentes de otros partidos.