Es un documento con fuertes mensajes al Gobierno y a la interna de Juntos por el Cambio. Firman Mario Negri, Luis Naidenoff, Ernesto Sanz y Jesús Rodríguez, entre otros.
“En los extremos, dos minorías intensas y movilizadas, esperan que el fracaso del otro les allane el camino al poder, sin reparar en el enorme costo en sufrimiento y empobrecimiento que eso implica para la mayoría de nuestras y nuestros compatriotas”, sostiene uno de los párrafos más picantes del jugoso documento que publican este viernes 13 referentes de primera línea de la UCR para izar las bandera del ala moderada del radicalismo.
“Manifiesto por la esperanza democrática”, se titula el texto, impregnado de duros mensajes al Gobierno y advertencias no menos estridentes hacia el frente interno de la oposición. Por un lado, diagnostica que “enfrentamos la situación de mayor gravedad institucional y fragilidad nacional que hayamos vivido desde la restauración democrática”. Y reclama para la construcción de una alternativa de poder que Juntos por el Cambio establezca “reglas claras de competencia” y “el compromiso formal de un acuerdo programático”.
A la cabeza de la convocatoria partidaria se anotan los jefes parlamentarios nacionales, Mario Negri y Luis Naidenoff, así como el de los diputados bonaerenses, Maximiliano Abad, junto al ex presidente del Comité Nacional, Ernesto Sanz, y el titular de la Auditoría General de la Nación, Jesús Rodríguez.
También firman el vicepresidente de la Convenció Nacional, Agustín Campero; Lilia Puig, a cargo de la Fundación Alem (usina técnica del radicalismo); su marido y ex secretario de Educación, Adolfo Stubrin; el ex secretario de Provincias, Walter Ceballos; el senador Pablo Blanco, además de los diputados Fabio Quetglas, Facundo Suárez Lastra y Karina Banfi, quien estuvo a punto de ser la compañera de fórmula de Mauricio Macri en 2019, hasta que irrumpió Miguel Pichetto.
Al trazar los objetivos de la convocatoria, los impulsores del documento sostienen que “un ejercicio de creatividad política requiere conformar un polo de poder republicano lo suficientemente amplio, estable y visionario, que dispute con chances de éxito y con propuestas claras la conducción del Estado, pero que además esté dispuesto a garantizar el pluralismo y a recuperar el sentido del lenguaje político, distorsionado por el despotismo demagógico en sus manifestaciones más autoritarias.
A lo largo de 13 páginas, dan algunas pistas de la forma que buscan darle a los desafíos electorales de este año y de 2023. “Si nos concentramos en ver los malos resultados de los últimos cuatro años o en los de los últimos doce que les precedieron, no lograremos entender las razones del mal desempeño nacional ni tampoco encontraremos la salida”, subrayan.
A la vez, sostienen que “no hay modo de construir el poder necesario para sacar el país adelante sin un profundo cambio de paradigma en la relación entre las fuerzas políticas que tienen la posibilidad de alternarse en el gobierno”.
A renglón seguido, indican que “reclamamos y ofrecemos mutua tolerancia y respeto entre gobierno y oposición“, aunque exponen sus límites: “En lo que no podemos dejar de ser absolutamente intransigentes es frente a la mentira, frente a la corrupción y frente a los avances contra la Constitución y la ley. Para eso ni paciencia ni tolerancia”.
Como propuesta programática, consideran que “no es una vacuna lo que nos sacará adelante, tampoco es la prórroga del pago de la deuda externa; éstas son condiciones necesarias, pero absolutamente insuficientes”. Por lo que entienden que “el crecimiento vendrá de la mano de la innovación, de la modernización de la economía, de la competencia, de la inserción inteligente en el mercado global, de la calificación de la población,y sobre todo de instituciones firmes, con plena vigencia del estado de derecho e imperio de la ley, así como con reglas del juego claras y estables que alienten la inversión”.
En un mensaje al electorado, indican que “sentimos que seremos capaces de no volver a los mismos errores, de cambiar el rumbo, de hacer que lo importante importe, que no todo dé lo mismo, que sabemos con quiénes y cómo alcanzar un futuro de prosperidad y bienestar para la inmensa mayoría.
El tonos del manifiesto, que algunos ya consideran la piedra basal de una nueva línea interna en la UCR, fue inspirado por el grupo Olimpia, el núcleo de pensamiento que animan algunos de los dirigentes que pusieron puño y letra en el documento, como Rodríguez, Sanz, Stubrin, Quetglas y Campero. Según sus promotores, el documento circuló internamente y ya cosechó la firma de 30 de los 47 diputados y de 9 de los 14 senadores nacionales
Aunque tan importante como los adherentes son los nombres de los que quedaron fuera de la convocatoria. No figuran el jefe del Comité Nacional, Alfredo Cornejo (lo ubican cerca de los sectores “duros”); el vicepresidente del Senado, Martín Lousteau (lo catalogan de “poco confiable”),ni los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales, y de Corrientes, Gustavo Valdés, los de más diálogo conAlberto Fernández.
En cuanto a la interna de Juntos por el Cambio, la frase lapidaria sobre “los dos extremos” busca descalificar las posturas de la jefa del PRO, Patricia Bullrich, quien suele representar el pensamiento de Macri y algunos de sus aliados, como Pichetto, entre otros.
Con todo, el texto reserva los conceptos menos piadosos para describir la situación del oficialismo. “Lo que fue durante décadas la fuerza popular con más incidencia en trabajadoras y trabajadores organizados, el peronismo, se ha convertido en la administradora de los cada vez menores recursos del Estado para, mientras gobierna, contener a los que su política expresa y, cuando es oposición, movilizarlos para obstruir los cambios“, sostiene.
Sigue: “Nada es más demostrativo de esto que la dinámica de movilización frente a los cambios en la fórmula de ajuste de los haberes previsionales“. Y agrega que “las ideas y los planes que el gobierno no expone porque no tiene, por un lado; y la dinámica de los enfrentamientos intestinos, las distintas prioridades y contradicciones de agenda en el frente oficialista, así como la relación de desprecio hacia la principal oposición, que mujeres y hombres radicales integramos, están dejando a nuestro país sin capacidad de reacción en esta hora tan difícil”.
Más palos al Frente de Todos en el siguiente párrafo: “La política argentina sufre la dominancia de un polo retrógrado que ha maquillado sus viejos modos excluyentes y sectarios bajo un nuevo ropaje; en él conviven sin demasiadas tensiones visiones pseudo-religiosas, estilos sindicales prepotentes, regímenes provinciales feudales, empresarios reacios a la competencia, mandatarios que acrecientan su fortuna con la cosa pública y aplaudidores profesionales a cambio de favores“.
Como propósito político fundamental, los firmantes del manifiesto señalan que “aspiramos a encabezar con pensamiento y acción renovados los desafíos electorales que se avecinan. Para eso, respetar la legislación electoral vigente sin alteraciones bruscas es una garantía para la legitimación del proceso democrático”. Es decir, rechazo a los proyectos para modificar las PASO y fuerte empeño en liderar la mayoría de las listas legislativas opositoras en el país.
Entre citas de los próceres partidarios Ricardo Balbín y Raúl Alfonsín, aparece una del prócer de la ciencia Albert Einstein. “La creatividad es una materia intelectual aún más importante que el conocimiento”. Y el remate alude a una frase de Jorge Luis Borges, cuando fue invitado con otros escritores a la Casa Rosada apenas asumido el gobierno democrático: “Gracias presidente Alfonsín, porque siento que usted nos ha devuelto el deber de la esperanza”.
Fuente Clarin.