El pasado domingo a las 21:30, un policía retirado de 65 años fue asesinado en su casa en la zona de Corralitos, en Guaymallén. El agresor, identificado como Roberto Rolando Pereyra Cruz, intentó robar al anciano y a su familia, pero el policía se encontraba en el baño y salió a enfrentarlo. En el enfrentamiento, uno de los delincuentes murió.
El informe psicológico de Pereyra Cruz, firmado por la psicóloga Elena Vergara, revela un historial de violencia y falta de autocontrol. Según el documento, Pereyra Cruz era proclive a la frustración y no podía anticipar las consecuencias de sus actos. También había un estilo de afrontamiento reactivo-agresivo y una tendencia a la violencia, lo que se desarrolló desde su infancia en un hogar disfuncional con violencia paterna.
La investigación también descubrió que Pereyra Cruz creció en un contexto con indicadores de conflictividad social y abandonó la escolaridad primaria. Se incorporó al mercado laboral informal y precario para satisfacer necesidades básicas. Su pareja y sus hijos lo visitaban durante salidas transitorias al domicilio materno.
Aunque Pereyra Cruz había obtenido beneficios de salidas transitorias desde hace cinco meses, su historial criminológico sugiere que persisten factores de riesgo. El informe psicológico concluye que no es conveniente que acceda al Instituto solicitado y sugiere que siga actividades educativas y laborales, así como incluirse en talleres psicológicos y psicoeducativos para mejorar su autocontrol impulsivo y optimizar su pronóstico de reinserción.
El asesinato del policía retirado ha conmocionado a la comunidad en Mendoza y ha llevado a una investigación intensiva para determinar las circunstancias del crimen.
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