Hay pesar, tristeza por el asesinato a mansalva cometido por un joven delincuente que no le tembló el pulso para balear cobardemente a Jonathan Ochoa, un joven de 28 años que perdió la vida por el impacto de bala recibido.
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El delincuente conocido en el mundo del hampa como El Estatu , antes de ejecutarlo, le habría exigido las zapatillas, forcejearon y recibió un disparo en el abdomen que le causó la muerte en el lugar.
"Tenía dos chicos y era muy buena persona. No sabía que era él hasta que vi a la mujer llegando", aclaró una testigo en Noticiero 9.
Jonathan Enrique Ochoa tenía 28 años. Vivía con su pareja y era padre de dos niños, un varoncito de 7 años y una nena de poco más de uno. Los vecinos lo describieron como una persona educada, amable.