Néstor Aguilar Soto, el joven de 21 años detenido por el femicidio de Catalina Gutiérrez, su compañera en la facultad de Arquitectura de la UNC, confesó en su declaración indagatoria ser el autor del femicidio. “Dijo que fue él”, reveló este mediodía Gastón Schönfeld, el abogado defensor.
El letrado dijo la declaración fue breve y que se negó a responder preguntas. “Realizó una manifestación donde dijo que había sido él, fue breve la manifestación que hizo”, agregó el defensor en diálogo con los medios locales.
Soto afirmó, textualmente: “Yo la maté, le arruiné la vida a Catalina, me arruiné la vida, arruiné la vida de nuestras familias y estoy muy arrepentido.”
“Lamentablemente no pudimos acceder a todo el caudal probatorio, que es extenso y nos consta. Nos enumerado la cantidad de pruebas y es extensa. Fue breve la manifestación que hizo. Hizo una confesión muy breve y está muy arrepentido”, agregó Schönfeld.
Tras la confesión, el joven oriundo de Bariloche salió esposado rumbo al penal de Bouwer, donde permanece desde hace casi dos semanas luego de que había admitido el asesinato en sede policial. “A partir de ahora comenzaremos analizar el resto de la prueba para poner en contexto lo que él ha manifestado”, dijo el abogado.
La semana pasada el joven de 21 años fue trasladado desde la cárcel hasta los Tribunales II para someterse a una pericia interdisciplinaria, pero se negó por recomendación de su defensor. Tras este último paso, el fiscal Mana quedó en condiciones de citar al sospechoso a brindar declaración indagatoria.
El cuerpo de Catalina Gutiérrez fue encontrado en la madrugada del jueves 18 de julio en un Renault Clio que fue abandonado en un descampado. La autopsia confirmó después que la joven murió estrangulada tras ser brutalmente golpeada. El cadáver presentaba a su vez algunas quemaduras que se habrían producido después del deceso, puesto que se cree que el asesino intentó borrar las pruebas al tratar de incendiar el vehículo.
Según el relato de la familia de la influencer, Aguilar Soto colaboró con los intentos de dar con su paradero antes de que se conociera el desenlace fatal. Horas después, el joven habría confesado el crimen ante la Policía y, desde entonces, permanece detenido.
En esa oportunidad, alegó: “Era el amor de mi vida”. Pese a que en un primer momento la carátula de la causa era “homicidio simple”, luego la investigación pasó a ser “homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género (femicidio)”.
La hipótesis que sostiene el fiscal Mana gira en torno a una “obsesión” del presunto asesino con la joven y plantea que la influencer llegó a la casa de Soto y allí discutieron. Él la habría golpeado salvajemente y luego la estranguló hasta matarla. Los motivos de la pelea aún son desconocidos.
Todas las pruebas que logró recolectar la Justicia señalan a Aguilar Soto como el único sospechoso, pero todavía no se descarta la participación de terceros. En el domicilio del joven, encontraron un anillo de la víctima, pelos rubios y ropa húmeda dentro del lavarropas, que darían la pauta de que el joven intentaba borrar elementos en su contra. Estas pruebas se suman a las de las cámaras de seguridad ubicadas frente a su domicilio que lo captaron cuando cargaba el cuerpo sin vida de la joven y lo escondía en el asiento trasero del Renault Clio.
Ahora, la Justicia avanza con las pericias realizadas sobre los celulares de Schönfeld del imputado y Gutiérrez, puesto que intentan esclarecer cómo era el vínculo entre ambos. De igual forma, se sabe que integraban el mismo grupo de amigos de la universidad y que, en más de una oportunidad, el detenido había ido a la casa de la víctima como invitado.
Tras su detención, el joven quedó alojado en la cárcel de Bouwer, pero aislado de los demás detenidos. Pese a esto, uno de los reclusos se acercó a él para amenazarlo. “¿No estarás muy solo pichón? ¿Dónde estás? ¿Dónde estás parando? ¿Dónde estás alojado?”, le preguntó otro detenido a Aguilar Soto.