El mundo del fútbol quedó completamente conmovido cuando, a principios de año, Sven-Göran Eriksson anunció que padece un cáncer terminal y que le queda “un año más de vida en el mejor de los casos”. Mientras continúa luchando contra la dura enfermedad, recibió una noticia que le sacó una sonrisa: podrá cumplir su sueño de dirigir al Liverpool en Anfield, en un partido amistoso de leyendas que se jugará en Inglaterra.
Hace poco menos de un mes, el sueco reveló que un objetivo de vida pendiente es estar parado en el banco de suplentes de los Reds como director técnico, por su simpatía con el cuadro rojo. Apenas salió a la luz la noticia, Jurgen Klopp lo invitó a “sentarse en mi despacho y hacer mi trabajo durante un día si quiere”.
Poco tiempo pasó desde esa declaración para que realmente le llegue la oportunidad de realizar su trabajo en representación del equipo seis veces campeón de la Champions League. Sven formará parte del cuerpo técnico del LFC Legends contra el Ajax Legends en el partido benéfico anual de la LFC Foundation. Eriksson se unirá a grandes como Ian Rush, John Barnes y John Aldridge para el evento pactado para el 23 de marzo en Anfield.
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Vale recordar que Sven-Göran Eriksson es una figura emblemática en el mundo del fútbol. Su trayectoria se extiende a lo largo de más de cuatro décadas, habiendo dejado huella en diferentes ligas europeas e internacionales. Su palmarés incluye títulos en Suecia con el IFK Gotemburgo, donde se alzó con la liga local y conquistó la Copa de la UEFA en la temporada 1981-1982, hito que puso su nombre en la mira del fútbol internacional.
La carrera de Svennis tomó un rumbo internacional cuando se convirtió en el entrenador del Benfica portugués a mediados de los años 80, donde lograría tres títulos de liga. Sin embargo, fue en Italia donde Eriksson consolidó su reputación como uno de los técnicos más competentes de su época. Tomó las riendas de equipos como la AS Roma, la Fiorentina y la Sampdoria. Sin embargo, fue con la Lazio donde alcanzó la cúspide, llevando al equipo a la conquista de una Serie A, varias copas nacionales y su segunda Copa de la UEFA.
Eriksson no se limitó a la gestión de clubes; su experticia lo llevó a dirigir selecciones nacionales. Fue el seleccionador de Inglaterra de 2001 a 2006, llevando al equipo a cuartos de final en dos campeonatos mundiales y una Eurocopa. Posteriormente, se hizo cargo de los combinados de México, Costa de Marfil, y más recientemente de Filipinas, mostrando su capacidad para adaptarse a diferentes culturas futbolísticas.
Su última posición oficial fue como director deportivo del Karlstad sueco, del cual se retiró el año pasado por problemas de salud, marcando el fin de una era en su carrera profesional.