El presidente Javier Milei fue el gran ausente de la foto oficial del G20, capturada este martes en el cierre de la cumbre en Río de Janeiro. La ausencia generó interrogantes y especulaciones, ya que fue el único jefe de Estado que no participó en la tradicional imagen grupal de los líderes mundiales.
La fotografía debía tomarse originalmente el lunes, pero se reprogramó para el martes debido a retrasos en la llegada de Joe Biden (EE.UU.), Justin Trudeau (Canadá) y Giorgia Meloni (Italia). Aunque Milei estuvo presente en la cumbre y figuró en otras imágenes, como la de la Alianza contra el Hambre y la Pobreza, su inasistencia en este momento crucial fue interpretada por algunos como un gesto de distanciamiento político.
En Brasil, la ausencia fue vista como un desplante hacia el anfitrión, Lula da Silva, con quien Milei mantiene marcadas diferencias ideológicas. El lunes, el saludo entre ambos líderes ya había sido tenso y distante, sin la calidez que caracterizó los encuentros de Lula con otros mandatarios.
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El motivo de la ausencia
Mientras los líderes posaban para la foto, Milei se encontraba reunido con Flavio Cattaneo, gerente general de Enel, la empresa nacional de energía eléctrica de Italia. Sin embargo, la delegación argentina no ofreció explicaciones oficiales sobre por qué este encuentro se priorizó sobre la imagen oficial del G20.
Reacciones encontradas
La ausencia de Milei no pasó desapercibida. Algunos analistas interpretaron el gesto como una estrategia para marcar su propia agenda, alejada de ciertos protocolos diplomáticos, mientras que otros señalaron que esto podría perjudicar la relación de Argentina con Brasil, su principal socio comercial.
Por otro lado, sectores afines al mandatario defendieron la reunión con Cattaneo como una prioridad estratégica para Argentina, destacando la importancia de garantizar inversiones extranjeras en un contexto económico delicado.
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Un cierre con tensiones
El G20 concluyó con acuerdos y posturas compartidas en varios temas globales, pero también dejó en evidencia las divisiones políticas entre sus miembros. La relación entre Argentina y Brasil parece haber sumado un nuevo capítulo de desencuentros, con una foto que, esta vez, quedará incompleta.