Un giro inesperado en la relación entre México y Estados Unidos marcó la jornada diplomática con el anuncio de un acuerdo clave para la seguridad y el comercio bilateral. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó el despliegue inmediato de 10.000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera norte para reforzar la lucha contra el tráfico de drogas, en particular el fentanilo. Como contrapartida, el gobierno de Donald Trump suspenderá por 30 días la aplicación de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas, una medida que había generado preocupación en sectores industriales de ambos países.
El anuncio se produjo tras una conversación telefónica entre ambos mandatarios, en la que se discutieron temas relacionados con la seguridad fronteriza, el comercio y el respeto a la soberanía. "México reforzará la frontera norte con 10.000 elementos de la Guardia Nacional de forma inmediata, para evitar el tráfico de drogas de México a Estados Unidos, en particular fentanilo", publicó Sheinbaum en su cuenta de X.
La mandataria calificó el diálogo con su homólogo estadounidense como "bueno y respetuoso", aunque reconoció que la suspensión de los aranceles es temporal y estará sujeta a avances concretos en la cooperación bilateral en materia de seguridad y comercio.
Un acuerdo con presión de ambos lados
La imposición de aranceles había sido anunciada por Trump apenas unas horas después de asumir la presidencia, lo que desató tensiones en la relación comercial entre ambos países. La Casa Blanca argumentó que la medida tenía el objetivo de presionar a México para intensificar sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico y frenar el ingreso ilegal de fentanilo a territorio estadounidense. Sin embargo, desde México, empresarios y funcionarios alertaron sobre el impacto negativo que esto podría tener en la economía regional.
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Como parte del acuerdo alcanzado, el gobierno estadounidense también asumió un compromiso clave: trabajar para desmantelar el contrabando de armas de alto poder hacia México, un factor que ha fortalecido a las organizaciones criminales en el país latinoamericano. "Los equipos de ambas naciones empezarán trabajos hoy mismo en dos tópicos: seguridad y comercio", puntualizó Sheinbaum en su mensaje público, subrayando que la suspensión de los aranceles es una pausa temporal que dependerá de los avances en ambas áreas.
Un mes de margen para definir el futuro
El acuerdo establece un plazo de 30 días en el que los gobiernos de ambos países deberán mostrar avances concretos en la implementación de las medidas acordadas. Durante este periodo, expertos en comercio y seguridad de ambas administraciones trabajarán en planes conjuntos para frenar el tráfico de drogas y armas, con la intención de evitar que la medida arancelaria vuelva a activarse.
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El sector empresarial en México recibió con alivio la noticia, ya que los aranceles podrían haber afectado gravemente a industrias clave como la automotriz, la manufacturera y la agrícola. Sin embargo, el desafío sigue en pie: lograr resultados efectivos en un corto plazo para evitar una nueva escalada de tensiones económicas entre ambos países.
A medida que avancen las negociaciones, la atención estará puesta en los informes que presenten los equipos de trabajo y en la evaluación que haga la administración de Trump sobre el cumplimiento de los compromisos asumidos por México. Por ahora, la medida ofrece un respiro a la relación bilateral, pero la incertidumbre sobre su futuro sigue latente.