En el contexto de las celebraciones de Semana Santa, el Papa Francisco realizó este Jueves Santo una emotiva visita a una cárcel del centro de Roma. Pese a las recomendaciones médicas, el pontífice argentino decidió concurrir personalmente a la prisión, aunque esta vez no llevó a cabo el tradicional lavatorio de pies.
El encuentro se realizó en Regina Coeli, la cárcel más antigua y extensa de la capital italiana, donde el Papa dialogó con un grupo de alrededor de 70 internos. La visita, que se extendió por cerca de 30 minutos, incluyó también un saludo a las autoridades penitenciarias y al personal del lugar, según informó DW.
A diferencia de años anteriores, en esta oportunidad el Santo Padre se abstuvo de realizar uno de los gestos más significativos del Jueves Santo, el cual recuerda la acción de Jesús al lavar los pies de sus discípulos. Esta decisión fue tomada por razones de salud.
Durante su visita, el Papa fue recibido por Claudia Clementi, directora del establecimiento, y fue acompañado por el capellán de la prisión, encargado de las actividades religiosas dentro del penal. Allí se encontró con detenidos de distintas nacionalidades que participan activamente en las celebraciones litúrgicas organizadas por la institución.
En su mensaje a los presentes, el Papa expresó: “Me gusta hacer cada año lo que Jesús hizo el Jueves Santo, el lavatorio de los pies, en la cárcel. Este año no puedo hacerlo, pero sí puedo y quiero estar cerca de ustedes. Rezo por ustedes y por sus familias”.
Desde su llegada al papado en 2013, Francisco ha elegido salir del Vaticano para celebrar el Jueves Santo en lugares de reclusión, visitando cárceles de hombres, mujeres, menores, y también espacios con personas en situación de vulnerabilidad.
Este rito conmemora la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, un momento central en la tradición cristiana que antecede a los días más importantes de la Semana Santa.
El Papa retornó al Vaticano el pasado 23 de marzo, luego de haber permanecido internado durante 38 días por una neumonía bilateral. Aunque su estado general ha mejorado, sigue bajo cuidados especiales, aunque ya ha comenzado a retomar su agenda pública de forma progresiva.