Desde diciembre de 2022, Celine Dion decidió cerrar la puerta de su carrera artística tras enterarse de que padecía del síndrome de "Persona Rígida"(SPR), una enfermedad poco frecuente que afecta al sistema nervioso central, provocando rigidez muscular de forma gradual y convulsiones.
Por esta causa, fue que la artista decidió hacer un documental de su vida junto a la plataforma Amazon Prime y recientemente estrenado. En el mismo decidió mostrar una escena en la que sufre una convulsión para sincerarse con sus fans.
Ante esto, la cantante de "It´s all coming back to me" declaró tiempo atrás: “Los espasmos afectan a todos los aspectos de mi vida, a veces me dificultan hasta el caminar y tampoco me permiten usar las cuerdas vocales como lo hacía antes”.
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Aunque no hay una cura para esta enfermedad, hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Los mismos pueden incluir medicamentos para relajar los músculos y disminuir los espasmos, fisioterapia para mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular, terapia ocupacional para facilitar las actividades cotidianas, y técnicas para manejar el dolor y la ansiedad.
LA CULPA QUE SINTIÓ CELINE DION POR CANCELAR SUS CONCIERTOS
En el material recientemente estrenado bajo el nombre de "I´'m Celine Dion", la artista remarcó como el SPR le habían impedido realizar una vida normal: “el año pasado, llegó un punto en el que no podía caminar. Perdía el equilibrio. Tenía mucho dolor. Y todavía no puedo usar mi voz. Echo muchísimo de menos la música y, sobre todo, a la gente”.
Además, declaró que respuesta espera del público cuando suspendió sus shows: "Es difícil cancelar un concierto. Si alguien me ve pasándolo bien con mi familia cuando se supone que debería estar en el escenario cantando, y esa persona tenía una entrada para verme esa noche, tiene derecho a venir y reclamarme." Finalmente concluyó con una triste anécdota: “cuando cancelaba un concierto, tenía que explicar por qué y siempre mentía. Ya no puedo mentir más. Hubo momentos en los que hacía trampas, golpeaba el micrófono con la mano para que no se notara cómo tenía la voz, para que pareciera que era un defecto del micrófono. Y también hubo momentos en los que tuve que parar conciertos por la mitad. Decía al público que me iba a cambiar el vestuario y ya no volvía a salir”.