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Juegos Olímpicos y salud mental

El análisis especializado con respecto a la salud mental y su vínculo con una de las gimnastas más trascendentes de la historia del deporte

 

Redacción
02/09/2024 13:26
Biles, un caso digno de analizar.
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La gimnasta Simone Biles ha quedado para siempre en la historia del deporte, no solo por sus logros deportivos, sino también por su posición con respecto a la salud mental.

Con una decisión firme y con la convicción de la importancia de cuidarse se retiró en 2020 de Tokio, habiendo sido, ya allá y entonces, la gran candidata.

Se hicieron muchas especulaciones respecto de ella, su conducta y su sentir. Se dijo, incluso, que ella debía haber podido manejar las presiones y competir. Se aventuraron pronósticos con respecto a su futuro profesional, dando predicciones nefastas con tintes negativos y vinculando su retiro con cierta debilidad.

Una de las más extraordinarias deportistas olímpicas.

Contra todos estos pronósticos, la gimnasta volvió 4 años después a los JJOO, marcando un punto de inflexión que debe de ser destacado. Además de consagrarse como la gimnasta más laureada de la historia, habiendo obtenido 10 medallas olímpicas, en todas sus performances se pudo observar claramente el disfrute, sus sonrisas al recibir las devoluciones, sus abrazos con sus compañeras y hasta las muestras de admiración a las gimnastas con las que compite.

Cuando los y las comentaristas hablan de sus performances se escuchan palabras como madurez, carácter y seguridad.

En las entrevistas siempre refiere a su tranquilidad y al apoyo que tiene de sus seres queridos, particularmente de su esposo y su entrenadora, y de su equipo.

La pregunta que surge es ¿hubiera sido la misma Simone si no se hubiese resguardado y cuidado hace cuatro años en Tokio?

Desde el entorno de Simone cuentan la emoción que genera volver a verla sonreír, ser ella misma nuevamente y haber conseguido desarrollar las herramientas que le permiten mantenerse en calma y tener una mentalidad positiva a la hora de la competencia.

La gimnasta, junto a Beacon.

Además, una llamativa situación que se vio por primera vez en estos JJOO fue la presencia de un perro de apoyo emocional en el equipo de EEUU, el equipo de Simone.

Más allá de la ternura que su presencia traía a las escenas, esto viene a poner de relieve que este equipo cuida su salud mental, que trabajan con diferentes estrategias y una de ellas es Beacon, su perro acompañante terapéutico.

Ella marca que no tenía en mente las medallas o los puntajes y cuenta que el solo hecho de animarse a competir y ser vulnerable frente a una multitud nuevamente se constituía en una victoria de por sí. Que se enfocó en eso y en el disfrute, y que lo demás vino por añadidura.

Lejos de pensar en los resultados, sin temor a mostrarse vulnerable, admirando a sus competidoras y siempre con una sonrisa es que Biles marcó un punto de inflexión en relación a la visión de la salud mental de los y las deportistas.

Ana Laura Roitman

Psicoanálisis y Deporte

2615173704

 

Edición periodística: Fabián Galdi

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