Se demoró más de lo previsto, a las 12 ya se hablaba de una demora de una hora pero el tren, con su mentada Marcha Blanca, arribó a la estación ferroviaria de Palmira, en el departamento de General San Martín, en Mendoza, minutos antes de las 14.
Desde las 11, las casi 500 personas que llegaron para hacerse notar con bombos, platillos, trompetas, cánticos -entre ellos la introducción del Himno Nacional Argentino- comenzaron a reunirse en la llamada puerta 9 de la estación Palmira, sobre la Calle Libertad y Juan Agustín Maza, donde enviaba la custodia presidencial a todos los que no figuraban en la lista de buena fe, donde estaban anotados los funcionarios e invitados especiales.
El poder del Sol, por momentos con casi 27 grados sobre cero, llegó a ser menguado gracias a las escasas nubes suspendidas, sobre algunos drones, para alivio de quienes con paciencia supina supieron esperar la llegada del ansiado tren cuya marcha promedió los 60 kilómetros por hora. Parando en todas las estaciones intermedias, entre Palmira y Estación Retiro, en Buenos Aires, el viaje completo por ahora duró un poco menos de unas 30 horas. Muchísimo, comparado con el viejo servicio nocturno que supo unir Mendoza y la provincia bonaerense en un poco más de unas 12 horas.
Cerca de las 13, ya se habían acomodado en las sillas, de plástico, negras dispuestas delante del escenario los locales que representan en la provincia cuyana intendentes como Roberto Righi, de Lavalle, Martín Aveiro, de Tunuyán, Fernando Ubieta de La Paz, Flor Destéfanis, de Santa Rosa, quien lucio un pulcro traje azul claro que contrastó con el mismo diseño que usó Anabel Fernández Sagasti y Emir Félix de San Rafael. Un poco más tarde, llegó el jefe de gobierno del departamento de General San Martín, el médico pediatra Raúl Rufeil, de quien se suponía llegaría junto al Gobernador de Mendoza, quien arribó después del intendente esteño.
Desde temprano se la pudo ver también a Gabriela Lizana, brazo derecho en Mendoza del ministro de Economía, Sergio Massa, quien llegó acompañando a Fernández en la misma formación ferroviaria. También a José Luis Ramón, diputado provincial de Protectora, quien durante la larga espera deslizó que le gustaría competir por la gobernación de Mendoza aunque con algunas condiciones para el Partido Justicialista local.
Además, con el inconfundible uniforme médico celeste Dagacci Scrubs, participó Fabián Ferro, quien se encuentra recorriendo San Martín con el fin de conocer las necesidades de los vecinos del departamento del Este mendocino para terminar de armar su propuesta para competir por la sucesión de Rufeil, dentro de la lista de Luis Petri, precandidato a Gobernador de Mendoza.
Desde Buenos Aires, unos 200 integrantes de la Unión Ferroviaria Argentina, llegaron al cónclave el martes durante la tarde noche. Algunos se alojaron en San Martín y otros, a unos 13 kilómetros al Oeste, en el mismo distrito de Palmira, donde no solamente la vitivinicultura es importante. También la producción de frutales y hortalizas, teniendo gran importancia el olivo y el ajo, donde las fábricas de alimentos enlatados fueron, hasta principios del siglo, las principales fuentes de trabajo obrero, junto al ferrocarril.
Una vez dentro del predio, la prensa no pudo trabajar cerca de los funcionarios gracias a lo dispuesto por la seguridad presidencia debiendo quedar ceñido en un corralito cuya espalda quedó flanqueada por el público que efusivamente vitoreó la llegada de Alberto Fernández y abucheó tanto a Rufeil como a Suarez. El mismo Presidente se encargó, cuando tomó el micrófono, de pedir respeto, alcarando que no era momento de silbidos y sí de celebrar el tren que había llegado a Palmira, según consideró, “para que deje de ser un pueblo fantasma”, mientras Massa no dejaba de enviar mensajes a través de su teléfono móvil.
Antes, Fernández le había agradecido a Suarez el haber concurrido y hasta le ofreció que tomara la palabra, invitación que amablemente descartó el Gobernador de Mendoza, atento a la visita presidencial. “El tren ha llegado a Mendoza. Eso es un logro de todos”, dijo recordando que desde que inició su puesto al frente del Ejecutivo Nacional se propuso federalizar la Argentina.
A pesar de que hubo dudas de la presencia de Fernández, por cuestiones de salud, al mandatario se lo vio enérgico, contento, con la derecha en alto mientras de pie ofreció un acalorado discurso en el que levantó el ánimo de quienes lo esperaron en medio de una ola de banderas y pancartas, al ritmo de los tambores que se mezclaban con las trompetas y los platillos que amenizaron al ahora histórico 22 de marzo de 2023 en Palmira.
Día en el que la estación en la patria jarillera se volvió a llenar de gente como antaño y algunos, producto de la algarabía, llegaron a treparse sobre el techo de los vagones estacionados con el fin de no perderse detalle alguno de lo que estaba sucediendo tras tres décadas de ausencia del extrañado transporte público de pasajeros que hoy volvió y que volverá a trabajar desde abril, los viernes saliendo de Retiro hacia Mendoza y los domingos viceversa.