El pasado viernes 26 de mayo, una mujer murió en el Este provincial. Primero, la Justicia investigó un presunto intento de suicidio, pero luego de algunas horas los investigadores dieron con el primer sospechoso, luego de notar que Rosa Alfaro, de 53 años, presentaba un balazo en el corazón.
La mujer fue llevada de urgencia en horas de la mañana del pasado viernes al hospital Perrupato, de San Martín. En ese nosocomio,los médicos establecieron que la causa de la muerte había sido un disparo de arma de fuego, por lo que los investigadores activaron el protocolo de femicidio.
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Luego, ya más tarde, la fiscalía de San Martín imputó a la pareja de la víctima, Gustavo Repetto, por el delito de femicidio, por violencia de género y portación de arma de fuego. La víctima murió en su casa tras recibir un impacto de bala en el corazón. El presunto autor arriesgaría una pena de prisión perpetua en el caso de ser hallado culpable.
El trabajador rural quedó aún más complicado este lunes en la causa de femicidio, debido a que encontraron pruebas que lo comprometen aún más en el hecho. Una pericia, de la cual se esperaban resultados, arrojó a través de un barrido microscópico restos de pólvora en las manos y prendas de ropa del imputado.
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Tras un operativo en la propiedad del acusado, efectivos de la Policía Científica secuestraron en la finca, donde vivía la pareja, un rifle tipo carabina calibre 22 largo que, sería el arma de la que salió el disparo que terminó con la vida de Rosa Alfaro.
Por su parte, el fiscal Oscar Sívori tratará de establecer cómo transcurrieron los últimos minutos de vida de la víctima, tomando como referencia los testimonios de dos testigos que deberán ampliar sus versiones.