Lamentablemente, un nuevo papelón por parte de la irresponsabilidad de los dirigentes de la Confederación Argentina de futsal femenino quedó a la vista de todos. Desde el 12 hasta el 17 de noviembre se disputaría el Mundial de futsal femenino en Misiones, pero este viernes fue suspendido. El motivo es la baja de cinco de las ocho selecciones participantes, que obligó la postergación del torneo a tan solo 15 días para el comienzo.
Los equipos participantes eran Argentina, Brasil, Francia, Paraguay, Bolivia, Colombia, Bangladesh y Chile. Como si fuera poco, hace unas horas había viajado el equipo nacional a dicha provincia para encarar la recta final de cara al torneo. Es decir, que ni el tiempo ni el esfuerzo de las jugadoras tienen importancia para la Confederación, ni hablar de su ilusión.
Nuestra provincia había aportado tres jugadoras: Verónica Cabrera de la Municipalidad de Maipú, Luna Tucci y Daniela Martínez del Club Cementista, quienes se enteraron en Iguazú la suspensión del Mundial.
FIFUSA, el ente internacional que organiza el evento, adelantó que el Mundial se jugará en Marzo de 2023 en la misma sede, algo que hoy es imposible de confirmar por todas las desprolijidades que tiene el máximo ente internacional. La decisión expone una vez más a los dirigentes nacionales, que ya habían postergado el Torneo Nacional de Selecciones femenino. Un 2022 colmado de imprudencias que reflejan la necesidad inmediata de ponerle punto final a dicho formato y unificar el futsal del país con la AFA.
Anteriormente, la AMF decidió suspender a Pedro Bonnettini (presidente de la Confederación) y a la Confederación Argentina de fútbol de salón hasta el próximo congreso extraordinario. El miércoles, desde Asunción, la Asociación Mundial de fútbol de salón emitió un comunicado donde, según el mismo, se violaron los Art.1 y 39. Cabe destacar que, meses atrás, AMF denunció a Bonnettini por medio de un sumario realizado por la CJD (Comisión de Justicia Deportiva) en motivo de la refundación de FIFUSA.