En lo que va de este año, Mendoza suma más de 80 muertes por accidentes viales, en la mayoría de los casos, por errores evitables.
Las cifras generan por un lado estupor, pero fundamentalmente preocupación. En muchos casos, el alcohol acompaña a quienes manejaban y chocaban, pero también la imprudencia, el uso del celular y hasta la “ira”.
Haciéndose eco de esta preocupación, la consultora Demokratia realizó un sondeo a más de 700 personas del Gran Mendoza sobre distintos tópicos relacionados con la siniestralidad.
El dato general que más resalta es que más del 90% de los consultados considera que un encarecimiento de las multas mejoraría el tránsito o, lo que es lo mismo, contribuiría a disminuir los hechos fatales.
Específicamente, el estudio indica que 66,51% considera que el fortalecimiento de multas y sanciones “mejoraría mucho” la situación y contribuiría a reducir los accidentes de tránsito. Un 24,65% piensa que “mejoraría poco” la situación, en tanto que sólo un 8,84% entiende que “no lo mejoraría”.
En otro orden, la mayoría de la gente también entiende que si hubiera mayor control policial, habría una mejora. De hecho, el 57,67% percibe que “mejoraría mucho” mientras que para el 33,96% “mejoraría poco”. El 8,37% no cree que esa mejora pueda darse con más policías y agentes en las calles.
También hay una opinión mayoritaria de que la videovigilancia y los radares de velocidad pueden ayudar a que bajen los choques, aunque aquí los datos varían, ya que sólo el 39,07% piensa que “mejoraría mucho”, mientras que la opinión más numerosa es que “mejoraría poco” (47,91%). El 13,02% de los encuestados respondió que esos artefactos “no mejorarían” la accidentología mendocina.
Similar caída en la adhesión se observa en la implementación de campañas de seguridad. Sólo el 39,07% cree que “mejorarían mucho” la situación, en tanto que el 41,4% considera que “mejorarían poco” el escenario. Lo llamativo en este caso es que casi un 20% (19,53%) entiende que las campañas “no mejorarían” nada.
“Los mendocinos esperan que la solución venga principalmente desde afuera, relegando al último lugar en importancia a las campañas de seguridad vial que buscan ciudadanos conscientes que tengan la libertad de tomar decisiones criteriosas”, explica Nicolás González Perejamo, director de Demokratia, ante los datos surgidos.
“En vez de hacernos cargo de que tenemos un respeto distinto por el valor de la vida cuando andamos en ruedas que cuando estamos a pie, elegimos que el
Estado nos limite, nos sancione y nos controle más”, añade el consultor, para preguntarse: “¿Será ése el camino para mejorar la seguridad cuando transitamos las calles?
Pocos reconocen que cometen infracciones
El informe de Demokratia apunta también a observar cuánta gente reconoce que se cometen infracciones al manejar.
Lo llamativo es que mucha entiende que no se cometen tanto.
De hecho, el 77,21% dice que en el último tiempo “no se ha transportado en un vehículo en el que el conductor haya bebido”.
Más del 58% señala que “rara vez” (36,28%) o “nunca” (21,86%), se maneja a alta velocidad.
Y un dato que sorprende y de alguna manera revela la intencionalidad del conductor tipo mendocino es cruzar con el semáforo en rojo. Casi el 74% dice que “nunca” (37,21%) o “rara vez” (36,74%). Un exiguo 26,05% admite que “algunas veces” se comete esa grave infracción.
La estadística se revierte cuando se les consulta sobre el uso del celular al volante.
El 40% considera que “rara vez” (21,86%) o “nunca” (18,14%) se cometen infracciones por el uso del celular cuando se maneja.
El encuesta completa
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