Personas privadas de libertad alojadas en el Complejo Penitenciario San Felipe, se encuentran trabajando en la recuperación y reacondicionamiento de aproximadamente 30 sillas y 10 bancos, a fin de que estos, puedan volver a ser utilizados en diversas instituciones educativas pertenecientes a la DGE.
Este proceso, está a cargo de la Unidad de Producción Penitenciaria, la cual tiene bajo su órbita los distintos talleres que funcionan en complejos y unidades penales de la provincia, con el objetivo de promocionar las actividades laborales que favorezcan el proceso de resociabilzación.
“Esta primera entrega se hará el viernes, pero la idea es que sea un proceso continuo que dure todo el año, y que ante una emergencia de la Dirección General de Escuelas, puedan contar con nuestra ayuda y la de quienes se encuentran privados de libertad”, manifestó el jefe de la Unidad de Producción del Servicio Penitenciario de Mendoza.
Capacitaciones y ahorro significativo
El objetivo principal de estas actividades radica en que las personas que se encuentran en contexto de encierro, adquieran conocimientos y habilidades que generen además hábitos laborales, creatividad y trabajo en equipo.
“A partir de este tipo de proyectos, las personas privadas de libertad se sienten productivas ya que sus trabajos vuelven a la comunidad. A través de estas iniciativas, podemos demostrar que se pueden realizar trabajos de calidad y a un bajo costo”, agregaron desde la UPP.
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