Desde el Máximo Tribunal indicaron que hay que tener en cuenta “el efecto que tendría la libertad de la acusada” para las víctimas.
La Suprema Corte de Justicia de Mendoza confirmó la prisión preventiva para la monja Kumiko Kosaka, juzgada por los abusos cometidos a niños hipoacúsicos en el Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo.
De esta manera la religiosa continuará detenida mientras se desarrolla el proceso judicial. El fallo lleva las firmas de los ministros de la corte María Teresa Day y Julio Gómez, más la rúbrica de la jueza de cámara Silvina Miquel.
La defensa de Kumiko había planteado que los plazos de prisión preventiva se habían cumplido. Ante esto, el máximo tribunal explicó que los cálculos de tiempos en prisión deben realizarse de forma independiente de cada uno de los hecho que se investiga.
Es decir, se deben computar cuánto pasó detenida en cada una de las oportunidades que se dictó la prisión.
Además, entre sus argumentos, los magistrados indicaron que debe tenerse en consideración “el efecto que tendría la libertad de la acusada en los denunciantes, quienes habrían sido víctimas de abusos sexuales por un espacio temporal de ocho años y mantuvieron silencio durante –en algunos casos– hasta trece años”.