En el Paseo Aristides hay más de 40 establecimientos gastronómicos que proveen trabajo directo en promedio a 12 personas cada uno.
Representantes de los propietarios de los establecimientos gastronómicos del Paseo Aristides se reunieron con funcionarios de la Municipalidad de la ciudad de Mendoza para acercar posiciones luego de la nota de reclamos que habían presentado los empresarios solicitando audiencia con el intendente.
“Veníamos sufriendo ausencia de preventores en todo el Paseo Arístides, lo que nos obligó a contratar seguridad privada para prevenir robos, hurtos y desmanes; la falta de limpieza y consecuente plagas de roedores; malos tratos y prepotencia de los inspectores municipales, faltas de controles en la habilitación de nuevos locales y la prohibición de colocar música en veredas y en el interior de los establecimientos por arriba de los 65 decibeles”, comentaron.
Durante la reunión, pudieron plantear estos reclamos y acordaron un plan de acción.
“Encontramos a funcionarios muy consustanciados con nuestra problemática, dispuestos a escucharnos y dialogar, y a trabajar en conjunto en una serie de soluciones para lograr una convivencia armónica entre la Arístides como zona comercial y como zona residencial”, explicó Andrés Civit, uno de los empresarios.
Parte del acuerdo implica que los empresarios del Paseo Aristides deberán elevar a la Municipalidad una propuesta de solución a los temas planteados y se abrirá un espacio permanente para que los sectores público y privado puedan avanzar en los inconvenientes que aquejan a la arteria apuntando a la convivencia y equilibrio entre lo comercial y residencial.
La comuna, además, se comprometió a revisar la ordenanza que establece los límites de decibeles permitidos que data del año 1990. “Estamos muy conformes con los resultados de la reunión y con la actitud de apertura que presentaron los funcionarios, que es precisamente lo mismo que admiramos del gobernador Suárez”, afirmaron.
En el Paseo Aristides hay más de 40 establecimientos gastronómicos que proveen trabajo directo en promedio a 12 personas cada uno (480 familias como mínimo), pero también indirecto a cientos de proveedores y pequeñas y medianas empresas que subsisten gracias a que desarrollan su actividad normalmente.