Se trata de una escafandra de ventilación que permite aumentar la capacidad de oxigenación de una persona sin que llegue a usar el respirador
El gobernador Rodolfo Suarez anunció este martes en la conferencia de prensa donde dio a conocer las nuevas restricciones en Mendoza que la Provincia va a comprar unos 500 cascos con oxígeno o de ventilación para el tratamiento de pacientes críticos de Covid-19.
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Estos elementos, que llegarían a Mendoza, son utilizados en más de 100 centros de salud de todo el país, y fueron desarrollados por ingenieros de la empresa Ecleris en colaboración con equipos médicos de distintos hospitales públicos.
En junio pasado su uso fue aprobado por la máxima autoridad sanitaria, la ANMAT, y a partir de entonces comenzó su utilización. Los primeros pacientes tratados con este equipamiento ya fueron dados de alta, sin ser intubados para respiración mecánica, proceso que siempre resulta traumático para el enfermo y pone presión a la infraestructura sanitaria.
Según dijo Suarez en su discurso, este equipo permite “pronar” a los pacientes, es decir, cambiar la posición del diafragma para mejorar la ventilación respiratoria.
Un dispositivo que ayuda a salvar vidas
Entre el 20% y el 40% de los pacientes que usan el casco con presión positiva de alto flujo no necesitan posteriormente un ventilador mecánico.
El casco tiene una capacidad máxima de flujo de 150 litros por minuto (1/ni), pero se usan habitualmente de 20 a 601/m en un tratamiento.
1. Puerto de inhalación A él se le pueden conectar:
• Fuente de oxígeno y/o aire comprimido
• Manguera de ventilador mecánico no invasivo.
2. Puerto exhalatorio
• Se compone de una válvula PEEP que permite regular la salida de aire y, por ende, la presión al interior del casco.
– Instalación
El anillo queda ajustado al cuello del paciente para impedir que escape el aire. Un arnés evita que el casco se eleve producto de la presión, separándose del cuerpo.
El especialista decide si administra solo aire a presión o si lo enriquece con oxígeno. Al ajustar la válvula PEEP, que controla la salida de la exhalación, también se ajusta la presión al interior del casco.
Al interior del casco se produce una presión positiva (superior a la atmosférica). Se puede llegar a suministrar 100% de oxígeno.
* Escafandra transparente de plástico flexible
* Cono truncado de látex que se ajusta al cuello.
* Arnés de fijación
* Filtro de bacterias y virus
* Válvula PEEP
* Visor (plástico más rígido)
* Anillo externo
– En descanso una persona sana respira de 5 a 81/m. Al realizar una actividad moderada respira 12 1/m.
– 21% es la concentración de oxígeno que hay en el aire al nivel del mar.
– Gracias al casco, el paciente no debe forzar tanto su musculatura para respirar y puede alcanzar mejores niveles de saturación de oxígeno.