Es una medida tomada por el Banco Central. Busca incentivar el ahorro en pesos.
La tasa de interés, según lo fijó el Banco Central de la República Argentina en su reunión de Directorio, será del 38,74% anual como mínimo. Es lo que se conoce como Tasa Efectiva Anual, que se paga dejando el dinero un año sin retirar. Mientras que la Tasa Nominal Anual (TNA) será del 33,06%, y se aplicará si se retiran los depósitos antes.
La medida está pensada para que los pequeños ahorristas apuesten al peso, porque es para depósitos minoristas a plazo fijo de hasta un millón de pesos. Por encima de esa cifra, los bancos suelen ofrecer tasas más atractivas.
La medida propone aplicar el 87% de la tasa vigente de Leliq al ahorro en plazos fijos. “Es parte de la política de incentivo al ahorro minorista en moneda nacional con la armonización de tasas de interés entre los rendimientos de distintas variables, como ser el de tasa de dólar futuro, que se ubica en 31%”, apuntaron desde la entidad que preside Miguel Angel Pesce.
La inflación del primer semestre de este año superó el 13%, y difícilmente termine el año por encima del 30%. Una tasa de casi 39% para un plazo fijo puede empatarle o ganarle a la inflación proyectada.
Desde febrero, la autoridad monetaria implementó una serie de medidas para incentivar la realización de plazos fijos en pesos y de esa forma crear una opción de ahorro ante las dificultades de comprar dólares en el mercado formal.
Ese mes dispuso que para plazos mayores a 90 días podrían habilitarse depósito ajustados por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) más un punto porcentual, como forma de atraer ahorristas que desconfiaban por entonces de las tasas negativas ante una inflación anual que superaba el 50%.
El 30 de abril estableció que ningún plazos fijo podría pactarse a una tasa inferior al 70% de la de Política Monetaria, que es la que se emplea para las operaciones de Letras de Liquidez (Leliq).
La tasa de leliq está desde entonces en un mínimo de 38%, por lo que esa proporción aseguraba que los plazos fijos de cualquier banco sería de un mínimo del 26,60%.
Ante la falta de una respuesta convincente de los ahorristas, que seguían percibiendo que esa tasa era negativa frente a la inflación, en junio el BCRA subió la proporción al 79%, que dejó la tasa mínima de los plazos fijos en un 30,02% nominal anual.
El último ajuste lleva la tasa de los plazos fijos a niveles que podrían ser compatibles con la inflación, a juzgar por la suba de 6,46 puntos porcentuales en un lapso en el que el índice de precios al consumidor registró un descenso a niveles cercanos al 40%, apenas 1,2 punto porcentual más que la nueva tasa efectiva.