Cuba, que abrió con restricciones las puertas al turismo internacional hace tres semanas, espera recibir visitantes a mediados de agosto, mientras aguarda que la Unión Europea la incluya en su lista de países autorizados a visitar, y así reactivar un sector vital de su economía.
La Unión Europea (UE) “también tiene una lista en la cual todavía no estamos incluidos. Estamos esperando al 27 (de julio) que es la próxima publicación, porque cumplimos todos los requisitos para ello”, dijo la noche del martes a la televisión estatal el ministro del Turismo, Juan Carlos García.
La inclusión de Cuba en esa lista, que se basa en criterios epidemiológicos y se revisa cada dos semanas, es una “acción soberana (de la UE), pero realmente tenemos condiciones”, añadió García.
Cuba retomó el turismo internacional el 1 de julio, después de tres meses de fronteras cerradas por la pandemia de coronavirus, pero sólo en los paradisíacos islotes o cayos que bordean su territorio, sin que haya prácticamente contacto con la población.
Según el ministro, los primeros turistas extranjeros en llegar a estos islotes lo harán a partir de la “segunda quincena de agosto”, procedentes de Rusia.
Recordó que algunos miembros de la UE como Francia, Italia, España y Alemania están entre los emisores de turistas a la isla, que concentra los casos de covid-19 en La Habana, y avanza en un proceso de desconfinamiento en su territorio.
Con 11,2 millones de habitantes, Cuba acumulaba al cierre del martes 2.449 casos, 2.321 altas médicas y 87 fallecidos.
El prolongado cierre perjudicó su economía, que tiene en el turismo una importante fuente de ingreso de divisas (3.300 millones de dólares en 2018).
En el caso de Canadá, principal emisor de turistas a la isla, el ministro explicó que, debido a las restricciones de viajes al exterior que aún existen en el país norteamericano, hubo varios vuelos cancelados. Esperan su arribo a partir de septiembre.
Según cifras oficiales, entre enero y abril de 2020 el ingreso de turistas a Cuba decreció un 49% sobre igual período de 2019, en medio del impacto de las medidas de reforzamiento del embargo que Washington aplica desde 1962.
La estrategia de Cuba para garantizar un turismo “seguro” incluye someter a pruebas a todos los visitantes que arriben al país. Además cada hotel contará con un equipo de médicos en caso de contagios.