La canciller de Bolivia y el ministro de Economía del Gobierno de facto de Bolivia dieron positivo en coronavirus y se suman a lista de funcionarios contagiados, que incluye a la presidenta Jeanine Añez, mientras las autoridades advirtieron con expropiar hospitales y cementerios privados, si la pandemia se agrava.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores comunica que la Ministra Karen Longaric dio positivo en los análisis del Covid-19”, informó la Cancillería en un comunicado, en el que además precisó que la dirigente presenta un caso asintomático y que “permanece en aislamiento en su domicilio y cumplirá con el tratamiento correspondiente”, citado por el diario local El Deber.
En tanto, el flamante ministro de Economía, Oscar Ortiz, informó que se contagió y agregó que el Ministro de Desarrollo de Producción, Abel Martínez, se haría cargo de sus tareas durante su ausencia.
Ortiz asumió hace solo unos días, en un cambio de gabinete limitado que buscó retomar las riendas del país en medio de la profunda crisis sanitaria, económica y política que parece no tener fin a más de siete meses de la renuncia y denuncia de golpe de Estado del expresidente Evo Morales.
Áñez, quien también dio positivo por el virus el jueves pasado, le deseó a Ortiz “una pronta recuperación” y dijo que era “esencial para la reactivación económica del país”.
La pandemia no solo golpeó al Gobierno de facto, sino también a una decena de legisladores, entre ellos, la presidenta del Senado de Bolivia, Eva Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS).
En las últimas semanas, al menos otros cuatro altos funcionarios del Gobierno de facto dieron positivo: la ministra de Salud, María Eidy Roca; el de la Presidencia, Yerko Núñez Negrette; el de Minas, Jorge Fernando Oropeza, y el de Trabajo, Oscar Mercado.
Además, están infectados el presidente del Banco Central, Guillermo Aponte, y el comandante de las fuerzas armadas, general Sergio Orellana.
Bolivia registró hasta ahora 47.200 casos de coronavirus, que causó la muerte de 1.754 personas.
En este contexto, el Gobierno de facto planea expropiar hospitales y cementerios privados en caso de que la pandemia agrave el colapso en los centros de salud.
“En caso de que lleguemos a colapsar vamos también a intervenir cementerios privados”, dijo el ministro transitorio de Gobierno (Interior), Arturo Murillo.
“No vamos a permitir que nuestra gente no tenga donde estar enterrada”, señaló ante los medios en la ciudad boliviana de Cochabamba.