Los casos por transmisión comunitaria, es decir, que no se puede determinar cómo se infectó la persona, se convirtieron en los que representan el mayor porcentaje del total de casos acumulados con coronavirus en el país “lo que no impide seguir trabajando en el seguimiento de los contactos estrechos”, aseguraron hoy especialistas, quienes además pidieron el “esfuerzo de todos” para cumplir con el distanciamiento y el aislamiento social.
El acumulado de casos de transmisión comunitaria alcanzó en el reporte oficial de la noche de ayer la cifra de 13.602 casos, 262 más que los acumulados por contacto estrecho con una persona infectada y por conglomerado que fue de 13.340, en tanto todavía hay 6.187 casos en investigación.
El porcentaje se sostuvo en el reporte matutino: “Del total de casos, 3% habían tenido antecedente de viaje; el 39,1% fue por contacto estrecho y el 39,8% por transmisión comunitaria”, informó la secretaria de Acceso a la Salud de Nación, Carla Vizzotti.
La funcionaria detalló que este tipo de contagio se da en la Ciudad de Buenos Aires y los partidos que conforman el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA); en la provincia de Chaco sucede en Resistencia, Barranqueras, Fontana, Puerto Vilelas; en Córdoba en la capital; en Río Negro en Bariloche, Cipolletti y se agregó General Roca y en Chubut en la ciudad de Trelew.
“Es muy importante bajar la transmisión comunitaria. La única forma que se logra esto es identificando a todos los contactos de 48 horas previas de un caso positivo, registrándolos y poniéndolos en aislamiento y seguir así hasta llegar a la mayor cantidad de personas posibles que sepamos que fueron la causa de contagio”, dijo el infectólogo Omar Sued, que integra el Comité de Expertos que asesora al ministerio de Salud de la Nación.
Sued aseguró que “hasta lo que sabemos hoy, el virus tiene una fase de transmisión corta, de una semana a 10 días desde que se empieza con síntomas, entonces si hay muchos casos de transmisión comunitaria lo más lógico sería cerrar esa área geográfica”.
Por su parte, el investigador de Conicet, Jorge Aliaga, sostuvo que “la transmisión comunitaria es un indicador de que el virus está circulando, pero no hay que asociar eso con que no se puede frenar”.
En el mismo sentido que Sued, Aliaga señaló que “si una persona da positivo en la prueba, puede no saberse de quién se contagio, pero sí se puede hacer un rastreo de con quién estuvo para identificar y aislar a los contactos que es lo relevante para frenar la epidemia”.
En tanto, el infectólogo, Tomás Orduna, quien forma parte del Comité que asesora al Gobierno nacional, sostuvo que el contagio comunitario está relacionado con “un relajamiento en el distanciamiento social” y agregó que todo lo que se logró hasta ahora “requiere mucho esfuerzo de todos” para lograr “conciencia y no discutir cuarentena sí, cuarentena no”.
Agregó que esta situación “está marcando la necesidad de cumplir a rajatabla con el aislamiento y el distanciamiento social que son una serie de prácticas que van a quedar en nosotros y en el mundo por mucho tiempo”.
El infectólogo Eduardo López, coincidió en que “hay una cuarentena imperfecta” y que la “gente se está cuidando menos”.
“Esto está revelando que el virus está en lugares donde puede haber más casos como en ambientes cerrados o reuniones”, dijo y añadió que “es lo que se esperaba”.
Gabriela Piovano, infectóloga del Hospital Muñiz, sostuvo que el contagio comunitario “refleja lo que se originó hace un par de semanas en la Ciudad de Buenos Aires” cuando se flexibilizó el aislamiento con el permiso para los paseos o la apertura de negocios.
“Se quintuplicaron los casos desde hace 15 días en la Ciudad”, sostuvo y agregó que “estamos viendo un aumento en la ocupación de camas de un 25% a más del 60% en algunos lugares”.
En relación al aumento de casos, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, advirtió que “si la sociedad no puede hacer el esfuerzo y el AMBA toma una velocidad superior” de contagios, tendrán “que pedirle a la ciudadanía un mayor esfuerzo para bajar bruscamente la curva”.