Ariel Castro es un jugador experimentado, consagrado. Por varias temporadas ostenta el número uno del ranking nacional. Sólo dos latinos en la historia han logrado conseguir podio en un campeonato mundial de pool y el oriundo de Buenos Aires es uno de ellos.
Como tal fue el representante argentino en el mundial de la especialidad que se disputó el 2019 en la ciudad norteamericana de Las Vegas jugando en el BCA Pool League World Championships, en donde alcanzó el cuarto lugar, resultado histórico para nuestro país en el certamen que se desarrolló en el Río All-Suite Hotel & Casino, en donde participaron más de 6.000 jugadores de todas partes del mundo en más de 260 mesas con siete modalidades.
Este año la idea era repetir o mejorar esa actuación. Era la idea pero no pudo ser. La maldita pandemia cambió los planes. Lo que era un sueño se convirtió en pesadilla. Ariel se vio obligado a pegar la vuelta. Todo marchaba bien hasta que el avión que venía de los Estados Unidos aterrizó en Lima, Perú.
En el país incaico el pájaro de acero detuvo su marcha por el cierre de fronteras. Incertidumbre, soledad, nerviosismo fueron las sensaciones que se adueñaron de Ariel. El periplo se hizo largo, pero tras esas feas sensaciones vividas, el esperado retorno al hogar se hizo efectivo y desde la confortabilidad de su casa contó la experiencia vivida en tiempos de pandemia.
“Estamos en casa, como todos, afrontando esta pandemia. Me tocó la experiencia de estar participando en el campeonato mundial de Las Vegas, representando a la Argentina y al continente y por el motivo al cual todos conocemos tomé la decisión de volverme antes que ocurra todo el tema del cierre de las fronteras y de los aeropuertos. Tuve el apoyo de toda la gente en la Argentina, de mi Federación, de la Confederación también. Fue una lástima ya que me había entrenado bastante, tenía muchas expectativas, es más, el año pasado había quedado cuarto en el mundial, pero que va a ser” confiesa el destacado jugador nacional.
“La vuelta al país fue bastante traumática. El avión hizo escalas por todas partes ya que volví como uno de los tantos repatriados desde Perú. Mi avión salió desde Estados Unidos y al llegar a Perú nos encontramos con la noticia que habían cerrado las fronteras, así que nos quedamos una semana en ese país, esperando que nos repatríen y ahora por suerte ya estamos en casa” explicó quien también sabe de las mieles de haber ganado el torneo Panamericano.
“Al principio fue un viaje con muchas expectativas y al final no fue así. Lo bueno de todo esto es que nos respetan el cupo para el próximo año, algo muy importante para nuestro deporte de poder estar en esos campeonatos. Es seguro que el año que viene no se va a poder jugar en el plano internacional. Nosotros este año teníamos el Campeonato Panamericano en la provincia de Buenos Aires pero lógicamente ha sido suspendido” dijo Castro en el programa “Para Vivir” que se emite por Radio Jornada (91.9).
“Un jugador de pool se prepara, aparte de jugar en una mesa de pool, trabajamos en la parte física. Es muy importante para nosotros la parte física porque para nosotros la resistencia física es fundamental en un torneo de esta magnitud en donde están los mejores jugadores del mundo. La presión en un deporte de precisión es muy fuerte y a nosotros nos hace muy bien en lo mental la preparación física para poder mantener la concentración y la presión. Es muy importante el entrenamiento físico” dice el mejor jugador de la República Argentina.
“En la mesa de pool estamos entre cuatro y seis horas para mantener el grado de precisión a la hora de ejecutar cada golpe con técnica. Al mínimo error se pierde la ventaja y luego es muy difícil reponerse en el partido. Ahora sigo entrenando pensando en el futuro para seguir manteniendo el nivel. Mientras tanto lo más importante es la salud de las personas. Ya vendrán tiempos mejores” dijo en el cierre de la nota concedida a la emisora del Grupo Jornada.