A nivel individual o como parte de colectivos destinados a visibilizar toda forma de violencia contra las mujeres, las artistas que acompañaron la proclama por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito celebran hoy la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, a la que conciben como un punto de partida que tiene que ver no solo con la representación igualitaria en todas las áreas sino también con las agendas amplias que está trazando el feminismo
“Se están finalmente compensando tantos siglos de injusticia hacia las mujeres, una injusticia que tiene su raíz en lo social porque las ricas abortan y no mueren, son las pobres las que mueren. Por año mueren alrededor de 400 mujeres por complicaciones por abortos clandestinos en malas condiciones, como si un avión Boeing 747 lleno de pasajeros se estrellara y murieran todos”, destaca a Télam la artista Nicola Costantino.
“Esta ley fue demasiado demorada. Ya no se puede escuchar más a las religiones, hay que escuchar a la ciencia y a la naturaleza, esto es un tema de salud pública, no de la religión. Lo esencial es el respeto a la decisión personal”, agrega la artista visual, escultora y autora de obras que proponen intensas experiencias sensoriales.
“La sanción de la ley es un paso fundamental de un largo reclamo que las feministas sostienen desde lo que se llama la segunda ola del feminismo, que es el derecho a decidir sobre el propio cuerpo. Es decir, esta es una vieja lucha que comienza y toma forma a fines de los años 60 y que aquí en la Argentina llevan adelante desde hace más de 30 años las mujeres que militan en la campaña por la legalización del aborto”, señala la ensayista Andrea Giunta.
La autora de “Contra el canon” califica a la legalización del aborto como “un punto de partida que tiene que ver no solo con la representación igualitaria en todas las áreas sino también con las agendas amplias que el feminismo inscribe en términos contemporáneos, y que se vinculan con una profunda crítica al dominio de lo humano sobre el planeta, las políticas extractivistas, al agotamiento del recurso del planeta y al retorno a otras economías”.
Los detalles sobresalientes de la nueva ley que legaliza el aborto en Argentina
“Hoy el feminismo no es solamente un movimiento emancipador de los sujetos femeninos sino emancipador en términos generales -analiza la investigadora-. Es también el punto de partida o el momento en que el feminismo va a continuar con otras luchas y que va a profundizar el trabajo en pos del logro de otras agendas que también forman parte del feminismo”.
Giunta forma parte de Nosotras proponemos, un colectivo que reúne artistas, escritoras, curadoras, investigadoras y gestoras culturales de distintas provincias del país para manifestarse contra toda forma de violencia, física, simbólica e institucional, hacia los cuerpos femeninos.
En sintonía con ese propósito, el grupo había desplegado en las horas previas al debate en el Senado una serie de afiches en los que se ve una sucesión de pañuelos verdes de distintas proporciones acompañados por la leyenda ““Educación sexual para descubrir, anticonceptivos para disfrutar, aborto legal para decidir”.
“Me parece que este es un momento histórico porque la legalización simboliza una lucha que viene arrastrándose desde hace muchos años. Fue un año muy complicado en cuanto a salud por lo que ya sabemos por la pandemia, pero también la situación nos puso a todos en un momento más reflexivo, donde no quedó otra que repensarse como sociedad”, indica Paula Senderowicz, integrante también de Nosotras proponemos.
La artista advierte que “no alcanza con aprobar la ley porque tiene que haber un sistema de salud para respaldarla, a su vez un sistema económico que pueda respaldar ese sistema de salud y un trabajo más fuerte en el área de educación también”.
Para Fernanda Laguna, artista visual, poeta, escritora y creadora del espacio Belleza y Felicidad, la ley representa “un hito en la vida de los cuerpos feminizados, en la búsqueda de su plenitud como seres que desean decidir sobre lo que quieren ser. También tiene un enorme impacto en lo económico y en un cambio social”.
“Tener hijos no será más una fatalidad si no que la sociedad estará conformada por personas deseadas y amadas, queridas y cuidadas. Eso va a ser un cambio profundo en nuestra sociedad futura. Va a haber más amor y cuidado. Incluso niños que no sufran hambre. Para el movimiento feminista es el paso hacia el empoderamiento de los cuerpos femenizados”, amplía.
Según Laguna, el feminismo podrá construir nuevas luchas que tienen que ver con “el cuidado del planeta, con la forma de generar historia, nuevas visiones de economía anticapitalista. Hay mucho por lo que trabajar. Sin olvidarnos ni un segundo de todas las muestras mujeres y disidencias que son violentadas con su expresión máxima que es el femicidio”.
Por su parte, la artista Mariela Scafati rescata “una lucha transversal que abarca a todos los sectores” y señala que “la sanción de esta ley implica el derecho a poder decidir con quién, cuándo y cómo gestar y eso implica cómo criar, con quién y repensar todas las posibilidades que tenemos de conformar familia”.
“Se abre además hacia nuestros deseos, contra los mandatos patriarcales -precisa-. La consigna de ‘Aborto legal es vida’ implica disputar de alguna manera con los ‘celestes’ el tema de las dos vidas para poner el foco en nuestros deseos, en nuestra libertad. Vida es libertad, es autonomía. Ahí hay un enfoque muy fuerte hacia lo vital, hacia una maternidad deseada”.
Para Guillermina Grinbaum, una artista que ha trabajado sostenidamente la problemática del aborto en sus obras, la ley “es un derecho que nos debía el estado desde hace mucho tiempo. Tristemente tuvieron que pasar demasiadas tragedias e injusticias espantosas por demasiado tiempo hasta que finalmente logramos nuestro derecho”.
“Ahora somos una sociedad más justa para todas las mujeres. Porque la ilegalidad lo es para todas las clases sociales, pero la clandestinidad hace más vulnerables y expone a mayores riesgos a las que menos tienen”, asegura.
“Fue la lucha de nuestras mujeres, la potencia de las jóvenes y las mayores, unidas más allá de posturas políticas, de creencias religiosas, de niveles socio-económicos. Nos unimos y con firmeza pudimos ser una marea verde potente, enfrentando y a veces teniendo que educar a un mundo prejuicioso para que comprenda. Ahora podemos elegir sobre nuestros cuerpos. La maternidad será deseada o no será”, concluye.