El ex secretario de Cristina Kirchner fue encontrado muerto en una de sus propiedades en El Calafate.
en El plan para asesinar a Fabián Gutiérrez se inició con un cuaderno. En sus hojas se plasmó la noticia de una acusación contra el ex secretario de Cristina Kirchner vinculada a la causa de los cuadernos de las coimas.
Se trataba de un procesamiento del juez Claudio Bonadio, donde señalaba que el dinero que tenía y los bienes que conformaban su patrimonio eran producto de maniobras de corrupción. La Justicia de Santa Cruz sostuvo al confirmar los procesamientos por homicidio agravado por la alevosía, que había un “plan desarrollado entre los imputados para llevar a cabo un robo tendiente a apoderarse de una suma de dinero en dólares“.
Fabián Gutiérrez era millonario. La Justicia corroboró que no podía explicar su patrimonio tras su paso por la función pública como ex secretario privado de Cristina Kirchner. Después, recluído en El Calafate inició una serie de negocios y emprendimientos que quedaron denunciados por operaciones sospechosas por la Unidad de Información Financiera (UIF) de la gestión macrista.
Aquel cuaderno que tenía en su casa Facundo Zaeta, acusado como autor del crimen, tenía destacada una nota periodística donde se hablaba del procesamiento del juez Claudio Bonadio de noviembre de 2019. Allí se explicó que Gutiérrez como su madre y hermana “no tenían manera de justificar el patrimonio” que poseía: 36 inmuebles, 30 vehículos, dos embarcaciones.
La Cámara Federal porteña confirmó las acusaciones y pidió que la Justicia decomise todos los bienes, que fueron adquiridos con dinero ilícito. Todo representó una suma de $ 900 millones, que el ex secretario nunca pudo explicar.
Meses después, el juez de Recursos de Santa Cruz Nelson Fernández, responsable de revisar el fallo, confirmó las acusaciones contra Zaeta, Facundo Gómez y Pedro Monzón. Pero en su resolución de 51 páginas, a la que accedió Clarín, fue un poco más allá.
En primer término se refirió a la alevosía del asesinato, señalando que Gutiérrez “fue lacerado por más de una persona, teniendo la certeza requerida en esta instancia de que los tres imputados estuvieron presentes en la escena del crimen, puedo presumir que todos participaron de la golpiza hasta que uno de ellos, probablemente Facundo Zaeta le provocare la muerte por estrangulamiento”. Reafirmó lo dicho por el juez Narvarte.
Por otra parte, añadió en la confirmación de los procesamientos, que surge con evidencia que las lesiones producidas en la víctima, y que luego desencadenaron su deceso, “no son el resultado accidental u ocasional del robo como lo pretende hacer figurar la defensa”. El patrimonio de Gutiérrez cobró otra relevancia en el caso.
Se indicó que se encontró en el expediente con “elementos que dan cuenta que había un plan desarrollado entre los imputados para llevar a cabo un robo tendiente a apoderarse de una suma de dinero en dólares que presuntamente tenía en su domicilio Fabián Gutiérrez”, que ya estaba procesado por lavado de dinero y en paralelo investigado en el caso de los Cuadernos de las Coimas. Un tramo de esa causa se ocupó de los ex secretarios privados de Néstor y Cristina Kirchner. El juez Bonadio había sostenido que Daniel Muñoz y Gutiérrez por su cercanía a los ex presidentes, habían sido integrantes de un circuito responsable de trasladar parte de esos fondos al sur.
Para el juez de Recursos, el plan premeditado “se iba a concretar cuando estén las condiciones dadas para actuar sobre seguro. Fue así que, pese a haber procedido al desapoderamiento ilegítimo de diversos efectos a la postre secuestrados y presuntamente de una suma de dinero cuyo monto asciende a los $ 90.000, el objetivo principal no pudo ser concretado”: es decir sustraerle cifras mayores en dólares.
Al respecto, Fernández en su fallo expresó que sea por esa “situación de frustración o para evitar ser identificados es que se tomó la decisión de dar muerte a la víctima”. Pero el plan esencial, obtener aquel dinero que la Justicia dijo que fue adquirido de forma ilícita, no se concretó. Los tres jóvenes, dijo el juez de Recursos actuaron “con agresividad y violencia contra la víctima hasta causarle la muerte, apoderándose ilegítimamente de elementos secuestrados y $ 90.000 que no se han podido recuperar”.
Cuando terminó la primera parte de la instrucción, el juez del caso concluyó que no había dudas sobre “la expectativa del robo”, no uno casual sino uno que contaba con plan previo donde se había analizado los bienes bajo sospecha de Gutiérrez. El fin era sacarle el dinero que Zaeta, Gómez y Monzón habían leído en las noticias que era producido de un ilícito, plata en negro, un dinero que por su condición nunca podría haber sido denunciado. Pero los jueces coincidieron en sostener que el plan falló y que eso produjo el desenlace fatal.
Fuente Clarin