El conflicto en Medio Oriente sumó un nuevo capítulo de tensión luego de que Hamas anunciara la suspensión de la liberación de rehenes que debía realizarse el sábado 15 de febrero. Según el grupo, Israel no ha cumplido con sus compromisos en el alto el fuego, incluyendo la entrada de ayuda humanitaria y el retorno de desplazados al norte de la Franja de Gaza.
Israel rechazó la acusación y, a través de su ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) prepararse para "todos los escenarios posibles" en Gaza. "No volveremos a la realidad del 7 de octubre", afirmó Katz, en referencia a los ataques de Hamas que desataron la guerra.
Hamas justifica su decisión
El portavoz del brazo armado de Hamas, las Brigadas Al-Qassam, Hudhaifa Kahlout (conocido como Abu Obeida), explicó que Israel ha retrasado la entrega de ayuda humanitaria, incumplido acuerdos sobre la zona de amortiguación y permitido ataques que han causado nuevas víctimas en Gaza.
"La liberación de los rehenes queda suspendida hasta nuevo aviso, dependiendo de que la ocupación cumpla con lo pactado", declaró Obeida en un comunicado.
Según Hamas, en las últimas tres semanas Israel ha incumplido plazos y ha seguido con operativos militares que habrían causado la muerte de al menos 30 gazatíes. Además, el grupo acusa a Tel Aviv de no permitir la entrada de tiendas de campaña para la población desplazada.
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La reacción israelí y la presión de los mediadores
Desde el gobierno israelí, la suspensión fue calificada como una violación del acuerdo. El Foro de Familias de Rehenes, organización que agrupa a los familiares de los 76 secuestrados que aún permanecen en Gaza, instó a los mediadores de Qatar, Egipto y Estados Unidos a intervenir.
"Apoyamos al gobierno israelí y alentamos a que se mantengan las condiciones necesarias para la continuidad del acuerdo y el retorno seguro de nuestros 76 hermanos y hermanas", expresó el grupo en un comunicado.
La situación de los rehenes
Desde que comenzó la tregua el 19 de enero, Hamas ha liberado a 21 rehenes, incluyendo civiles, soldados israelíes y cinco ciudadanos tailandeses.
En la primera fase del acuerdo aún restan 17 cautivos por ser liberados, aunque Hamas sostiene que ocho de ellos ya están muertos.
La incertidumbre sobre la continuidad del acuerdo y la tensión entre las partes pone en riesgo la tregua y reaviva el temor a una nueva escalada del conflicto.