«Quiero ayudar a cien millones de personas, no a cien mil, y quiero impactar en la mayor cantidad de gente que pueda, no sólo en la Argentina sino en todo el mundo», dice Salvatto en una entrevista con Efe.
En la actualidad, Salvatto es el director ejecutivo de la empresa Asteroid Technologies, cuyo proyecto estrella es Háblalo, pero para 2021 tiene en mente lanzar «nuevas aplicaciones» y se embarcó en un nuevo proyecto, un libro junto a su hermano en el cual planteará un modelo de futuro tecnológico como base para que la economía argentina repunte.
La madre de Salvatto es profesora de sordos e intérprete en lengua de signos, así que él se crió en ese entorno. Al ver las dificultades que tenían en el día a día para comunicarse y dado que ya de adolescente tenía pasión por la informática y la robótica, pensó de qué manera podía ayudarles.
Así, vio que muchos de sus conocidos sordos utilizaban traductores de Internet en sus teléfonos móviles para comunicarse con personas en tiendas, farmacias, oficinas públicas… por lo que decidió armar una aplicación que se pudiera usar sin necesidad de usar los datos móviles ni wi-fi y que incluyera los diversos traductores, con una «interfaz cómoda» que facilitase el proceso.
«Después, cuando el proyecto empezó a crecer empezamos a mejorar exponencialmente (…), nuestra interfaz gráfica creció muchísimo y con la cantidad de herramientas que empezamos a incorporar (…), la aplicación se convirtió en una multiherramienta», explica.
Salvatto indica que ahora, con Háblalo, «una persona con discapacidad en cualquier entorno cotidiano puede elegir distintas personalizaciones para comunicarse con su entorno», e incluso «las personas que no pueden escribir, pueden optar por un sistema de comunicación por imágenes, por dibujos, por fotos».
Los usuarios de Háblalo también disponen de frases de emergencia y a sus contactos prioritarios en la aplicación, por si los tienen que utilizar.
«Les permite personalizar la app casi que a su gusto, a sus necesidades, para poder comunicarse sin internet de forma gratuita», destaca el joven emprendedor del país austral.
En la actualidad, Háblalo tiene 178.000 descargas en la Play Store de Android y cerca de 25.000 en la tienda de Apple, mientras que sus usuarios proceden de 53 países distintos, según Salvatto.
El creador de la app vive en el barrio porteño de Núñez, «a dos cuadras de la cancha» del equipo River Plate, y dice que siempre hace una reflexión cuando mira hacia el estadio.
«Siempre pienso que la cantidad de gente que nosotros ayudamos no entra en la cancha de River», recalca.
Como sucede en multitud de países, la política de Argentina está polarizada y existe un concepto, el de «grieta», que se usa para simbolizar el espacio que hay entre dos bandos irreconciliables.
Salvatto asegura que su «sueño» para el futuro es que la generación Z acabe con la grieta.
«O que la reduzca al mínimo posible para que en este país la gente deje de tener hambre», puntualiza el emprendedor, que se refiere a la crisis económica que atraviesa Argentina, ya que en la actualidad el 40,9 % de la población se encuentra por debajo de la línea de la pobreza, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
«Estoy encarando un cambio comunicacional (…) que se trata de convencer a la mayor cantidad de jóvenes posibles de que Argentina y Latinoamérica tienen un futuro posible», asevera, al indicar que «la polarización» que hay en su país los está «matando desde hace cien años».
Por ello, Salvatto piensa en «proyectos nuevos educativos» para formar a las nuevas generaciones en nuevas tecnologías para que Argentina se posicione «como un posible líder tecnológico» para salir de lo que él considera una «decadencia constante».
En su país, el joven, que dice que no se identifica con ningún partido político, ha salido en programas de televisión exponiendo su modelo de país y se ha granjeado tanto críticas positivas como negativas, pero él dice creer que «hace falta que todos los joven se pongan más de acuerdo».
«Que puedan encontrar más puntos de coincidencia que para pelear y para odiarse», sentencia.