Bilinkis estuvo recientemente en Mendoza, y como parte de su agenda en la provincia, compartió un almuerzo con ejecutivos y empresarios de AEM, y también brindó una charla sobre “Inteligencia Artificial y su impacto en la transformación digital, la innovación y el futuro de las empresas”.
“En AEM conocemos las necesidades de las empresas y buscamos continuamente el perfeccionamiento de líderes, por ende, sabemos que instancias como estas impactarán de manera significativa en el futuro de nuestras empresas”, afirmó Gerardo Aparicio, vicepresidente de AEM, durante el almuerzo que la entidad tuvo con Bilinkis.
Hablemos de inteligencia artificial (AI)
Según el tecnólogo, “estamos por vivir el cambio tecnológico más importante de la historia de la humanidad. Y este cambio no sólo va a ser más grande que Internet, sino que también va a ser mucho más rápido”. Ante un auditorio de más de 250 personas, Bilinkis reforzó esta afirmación al decir que “Internet existe hace casi 30 años; y 30 años después aún estamos viendo cómo nos hacernos cargo de transformar nuestras organizaciones para adaptarlas a una tecnología que arrancó hace 3 décadas”.
Pero, advirtió el experto, “la inteligencia artificial, a diferencia de esa etapa anterior, no nos va a dar ese tiempo; las personas y las organizaciones que no puedan adaptarse van a encontrar problemas bastante serios en plazos relativamente cortos”.
Entonces, ¿qué hacemos?
“Les propongo –continuó Santiago Bilinkis a modo de invitación a los empresarios y público presente- tratar de acercaros a esta tecnología, y pensar cuáles son los desafíos de transformar y adaptar nuestras organizaciones al tipo de desafío que la inteligencia artificial está planteando”.
En el análisis de este momento histórico que está viviendo la humanidad frente al uso de las AI, el tecnólogo argentino recordó lo que en su momento sucedió con la llegada de Internet, en la era de la transformación digital. Y la conclusión, en la opinión de Bilinkis, es que a las organizaciones les cuesta mucho cambiar porque tienen una fuerte resistencia al cambio. “Esta resistencia al cambio no es un defecto, sino un pilar de la identidad humana; durante miles y miles de años vivimos en un mundo de reglas muy estables, en donde si probás algo y no funciona, no lo repetís porque sabés que no funciona; y si probás algo que sí funciona, lo repetís porque sabés que es por ahí el camino”, explicó el experto.
Pero ahora, según Bilinkis, el tema central es que no sólo cambiaron las reglas de juego, sino que esas reglas son absolutamente dinámicas. Las organizaciones estaban diseñadas para un mundo que cambiaba poco; un mundo en el que el secreto para construir una gran empresa era que el fundador -o emprendedor- tuviera una gran idea, sobre la cual luego se construía una estructura corporativa capaz de aplicar esa idea, de forma metódica, consistente, repetitiva, siempre igual día tras día, mes tras mes, año tras año.
“Hoy, las reglas de juego no sólo cambiaron, sino que las que rigen son exactamente las opuestas”, señala el científico. Y agrega, “hoy, la receta que te hizo exitoso la década pasada es la que te puede llegar a matar esta década si no sos capaz de cambiar a tiempo”.
¿Cómo “sacudir el bote” o “patear el hormiguero”?
Ante este interrogante, y sobre cómo considera que puede darse la dinámica del cambio, Santiago Bilinkis fue muy directo y contundente. “Este va a ser el cambio más rápido de la historia de la humanidad; y gran parte del problema es que muchas cosas que se hacían de una manera vamos a tener que aprender a hacerlas de otra”. Para él, “la tecnología casi siempre simplifica muchos aspectos de nuestra vida; pero al mismo tiempo hay un problema cuando algo se simplifica; aparece la amenaza de volvernos inútiles en un mundo que nos da todo y en bandeja”.
En este sentido, el tecnólogo interpeló a los presentes con el siguiente planteo: “¿qué pasa si las cosas se nos siguen haciendo cada vez más fáciles, y cada vez resulta más sencillo para nosotros delegar más y más tareas en la inteligencia artificial?; ¿qué habilidades vamos a empezar a perder?”. Chatgpt, según Bilinkis, es excelente redactando, “pero si nosotros no redactamos más, vamos a dejar de tener capacidad de redactar, y el que no tiene capacidad de redactar, básicamente no tiene mucha capacidad para hilar ideas en su cabeza”.
Y es aquí donde surge, desde el punto de vista del experto en AI, otro gran interrogante: “¿Dónde vamos a trazar la raya entre aquello que queremos conservar para nosotros -producciones y creaciones propias-, aun cuando pueda ser resuelto por la inteligencia artificial, incluso mejor de lo que nosotros podríamos? Es decir, ¿qué delegar y qué no delegar en la AI?”.
Para Bilinkis la respuesta a estos cuestionamientos claves implica dos maneras de entender y utilizar la inteligencia artificial. “A medida que la AI avance en nuestras vidas, en nuestras empresas, en la relación con nuestros hijos, en todas las cosas que utilizamos, tengan esta pregunta en la cabeza: ¿quiero usarla como una moto, que me pueda llevar rápido bien lejos, o como una bicicleta, que también me va a llevar al destino, pero a su vez me va a exigir un mayor esfuerzo?”, plantea el tecnólogo. “Definitivamente, hoy sí tenemos la oportunidad de llegar bien lejos, pero sería importante no dejar de hacer esfuerzo, no dejar de producir cosas nosotros y de manera genuina en el camino”, concluyó Bilinkis antes de abrir un espacio de debate con el público.