María Aguinaga hoy es el alma mater de "La María". Junto a su esposo Ernesto Villarroel, emprendieron un proyecto de alto nivel y notable personalidad: un hotel boutique en Chacras de Coria con características únicas, capaz de satisfacer a turistas de todas partes del mundo.
A través de esta entrevista María Aguinaga recuerda sus inicios y comparte su anhelo de seguir apostando a Mendoza, hoy desde la hotelería.
¿Cómo comenzó tu carrera en la pastelería?
Empecé a especializarme a los 14 años. Hacía tortas en la casa de mis padres y las vendía. Luego, me enamoré de esta profesión, crecí y me capacité en Buenos Aires. En principio, lo hacía porque me gustaba agasajar a mis amigos y familiares, sobre todo, disfrutaba estar en los momentos felices de sus vidas.
¿Y cómo fue que fundaste Miss Mary?
Miss Mary nace gracias a la gente que me eligió. Amigos, familiares y negocios empezaron a buscar mis productos, como así también sus clientes. Después de un tiempo, advertí que tenía una clientela importante a quien prestaba estos servicios. El “boca en boca” funcionaba y mucha gente comenzó a llamarme. “Dame el teléfono de la chica que te hace las tortas” era una constante en los cafés a quienes yo abastecía. Estos clientes se asombraban cuando me veían tan jovencita. También vendí en los pasillos de Tribunales, recuerdo que amaban las colaciones de dulce de leche, los alfajores de maicena y los cuadraditos de manzanas.
Un camino, sin dudas, lleno de aventura y crecimiento…
En un viaje a Brasil durante una escala del vuelo me impactó una gran torta de chocolate exhibida en un café del aeropuerto, se llamaba “Miss Daisy”. Tenía 18 años y me fui a visitar esa fábrica. Fue una inspiración total su packaging, su historia. Ahí decidí que yo iba a ser esa, y me llamaría Miss Mary. El primer cartel pintadito a mano, con el nombre de mi negocio, se exhibió durante una colaboración en Casa Avome.
Y el momento inicial de este negocio de manera profesional fue al conocer en Buenos Aires a un francés llamado Miodrag (le decíamos Mío); lo invité a Mendoza en calidad de canje: yo lo llevaba a conocer Mendoza y él me enseñaba a hacer tortas. Un día me animó a atender el teléfono y decir “Miss Mary, buenos días”. Ese fue el puntapié que dio vida a los 35 años de trabajo ininterrumpido que gerencié.
Durante esos años hice mil cosas: además de vender tortas abrí un café que se llamaba Miss Mary y más tarde sumé una sucursal. El negocio creció tanto como su estructura: muchos empleados, responsabilidades que a veces me sobrepasaban. Cerré uno de los cafés, volví a la fábrica y más tarde sumé al negocio cotillón y lo llamé “Que los Cumpla”.
¿Qué te llevó a dejar la pastelería y embarcarte al extranjero?
Me cansé un poco del ritmo del rubro y decidí irme a vivir al exterior. Fue una experiencia nueva, enriquecedora, y junto a mi esposo, Ernesto Villarroel, decidimos comenzar el proyecto de un hotel en Chacras de Coria. Una idea que soñamos y planificamos desde que nos conocimos. Praia Rosa, en Brasil, fue el paraíso que nos inspiró, aunque este hotel boutique distó mucho de aquello que nos sedujo al principio.
¿Qué es La María Hotel Boutique?
La María no es cualquier hotel; es uno de lujo, con características únicas y capaz de satisfacer a turistas de alto poder adquisitivo y exigentes. Queríamos ofrecer algo realmente especial y creo que lo hemos logrado. El hotel cuenta con una variedad de instalaciones y servicios diseñados para brindar una experiencia única y lujosa a sus huéspedes. Cuenta con suites exclusivas decoradas con un estilo elegante, piscinas individuales, spa de alta gama. Además, cada rincón del hotel ha sido cuidadosamente diseñado para ofrecer confort y sofisticación, asegurando que cada visitante disfrute de una estancia inolvidable.
Los nombres de las habitaciones responden a mi admiración por ciertos autores. Siempre le dije a mi marido Ernesto que él era mi Hemingway, y así llamamos a nuestra primera habitación. Surgieron luego otros autores que hoy designan a cada habitación como Borges, Allende, García Márquez, Shakespeare, Camus y Simone de Beauvoir. Todas hermosas suites que van desde los 75 a los 100 m2.
El hotel tiene una superficie total de 2300 m2 y la cubierta, de casi 900 m2.
“La María” soy yo, desestructurada, cálida, abierta a recibir de la mejor manera a la gente. Vertiginosa, plena de desafíos. Es refinado y rústico. Así soy yo, un poco de todo, camaleónica, capaz de todo, optimista, incansable.
¿Cómo combinas actualmente este emprendimiento con tu vida en Estados Unidos?
Voy y vuelvo. Estoy mucho acá. Yo nací en Mendoza, amo Mendoza y por eso sigo apostando a ella. Es una provincia que tiene muchas cosas por hacer y para hacer. Así que ahora que el hotel está comenzando a funcionar intento estar lo más que puedo. Al inicio de los negocios tenemos que hacer que las cosas funcionen solas y para eso hay que estar presentes, trabajando, armando equipo…Hoy nada me frena. Estoy convencida de lo que es La María y de lo que va a ser, me tengo mucha fe.
La historia de María Aguinaga y su esposo Ernesto Villarroel es inspiración para todos aquellos que sueñan en grande, para otros que se van y siguen apostando a nuestra provincia.Más sobre La MarÍa Hotel Boutique
A tan solo 15 minutos del centro de Mendoza, en el encantador corazón de Chacras de Coria, se encuentra La María Hotel Boutique, una exclusiva propuesta para disfrutar de la provincia en un entorno único. Este hotel ofrece espacios distintivos rodeados de árboles, magia, confort y un servicio de calidad inigualable.
Dispone de 7 suites de lujo cada una de ellas equipada con servicios de alto estándar, destacándose por su arquitectura y diseño único en Mendoza. Los detalles personalizados y el equipamiento de alta gama aseguran una experiencia de lujo incomparable.
Las suites de La María Hotel Boutique cuentan con diseños constructivos y domóticos únicos en la región, proporcionando una combinación perfecta de elegancia y modernidad. Las camas king size, con la opción de configuración en twin beds, garantizan el máximo confort y versatilidad para todos nuestros huéspedes.
Además, ofrece una experiencia única diseñada para el máximo disfrute y relajación de sus huéspedes. El hotel cuenta con una amplia gama de servicios de bienestar, incluyendo un spa, sauna seco y húmedo, servicios de masajes, meditación y yoga.
Para quienes buscan mantenerse activos, el hotel dispone de un pequeño gimnasio y un espacio multifuncional. Además, los huéspedes podrán disfrutar de momentos de relajación en el bar del hotel y deleitarse en una exclusiva cava que será inaugurada en breve.
El área de recepción asegura una bienvenida cálida y eficiente, mientras que la sala de directorio está disponible para reuniones y eventos. La María también ofrece servicio de desayuno a las habitaciones, garantizando una estancia cómoda y personalizada. Para eventos especiales, el hotel cuenta con una cocina equipada para ofrecer servicios de catering, asegurando que cada evento sea un éxito.