La mosca del Mediterráneo es una plaga que causa daños en la producción frutícola mendocina, ya que se alimenta de distintos cultivos locales.
No solo de las frutas de carozo, su principal fuente de alimentación, sino de la uva, cultivo que más interesa en Mendoza por su fuerte impronta vitivinícola.
Este miércoles 11 de marzo, se anunció una alerta por el descubrimiento de la mosca del Mediterráneo en la zona de la Arboleda, Tupungato.
Lo que dispuso el Senasa es un plan de acciones fitosanitarias, focalizadas en el lugar del hallazgo.
Con el fin de echar luz sobre la situación de la alerta en Mendoza, el progama "Matinal" de Radio Jornada (FM 91.)) entrevistó a Guillermo Azín, ingeniero agrónomo y técnico del ISCAMEN, quien explicó cuál es la situación y qué se debe hacer frente a esta alerta.
Alerta de nivel bajo en el Valle de Uco por la mosca del Mediterráneo
En esta oportunidad, el alerta es de nivel bajo, ya que se da en un sitio como el Valle de Uco declarado libre de mosca del Mediterráneo, es decir que las acciones que se realizarán serán focalizadas en el lugar donde se realizó el descubrimiento de la mosca.
Azín explicó que la detección en un área libre, como ha ocurrido ahora, significa que hay un sistema de vigilancia de fondo.
Las alertas permiten establecer medidas inmediatas para recuperar el estatus sanitario en muy poco tiempo. Y es parte de la transparencia que se obtiene ante el reconocimiento internacional del control de la plaga.
hecho estas medidas que se han implementado de forma inmediata tras la detección de la plaga hacen que en poquitos meses, si no hay una novedad en la zona, se recupere el estatus.
Tal y como lo informó el Gobierno Nacional, el plan de emergencia a implementar en Tupungato está expresado en la Resolución 154/2025 publicada este martes en el Boletín Oficial de la Nación.
Lo que implica es establecer un área reglamentada de 7,2 km de radio, con foco en el sitio donde se produjo la detección de la plaga. Allí se realizarán acciones de recolección y enterrado de los frutos caídos cercanos, descarga de frutos hospedantes de mosca del Mediterráneo y remoción del suelo bajo la proyección de la copa de los árboles.
Además se prevé la aplicación de fitosanitarios autorizados, el incremento de las liberaciones de insectos estériles, muestreo de fruta, la instalación de nuevas trampas y campañas informativas en los domicilios. Cabe mencionar que el tránsito comercial de hospedantes de mosca de los frutos a través del área reglamentada solo se permitirá bajo condiciones de resguardo.
Para el desarrollo de estos procedimientos y la atención directa a los productores de la zona se habilitará una oficina temporal, con personal especializado de ambas instituciones ubicado dentro del área de trabajo, a fin de atender las situaciones particulares que se presenten. Los interesados podrán comunicarse también a través del correo electrónico oasiscentro@iscamen.com.ar.
Donde se aplican los planes de emergencia por la mosca del Mediterráneo
Azín explicó que los planes de emergencia, como el que se desarrollará en Tupungato, son implementados en todas las áreas libres de mosca del Mediterráneo del mundo a partir de la detección de la plaga y su implementación no significa la pérdida de la condición fitosanitaria de la región, sino por el contrario, implica una serie de medidas para proteger las áreas reconocidas internacionalmente.
En cuanto al tiempo que durará la emergencia, Azín vaticinó que esta concluirá aproximadamente en el mes de septiembre u octubre, si no hay ninguna novedad, esa será la fecha en la que se vuelva al status anterior.
Cómo es la situación de Mendoza con respecto a la lobesia botrana
Azín expresó que Mendoza viene trabajando mucho con esta plaga desde hace varias campañas y su control depende muchísimo del nivel de acciones que se hagan en todo el territorio y por supuesto depende de los presupuestos con los que se cuenta.
“Más al lado de que también tiene una gran responsabilidad el sector productivo con sus propias acciones de control, lo que hemos visto es que la situación es compleja porque hay zonas donde hay muchos viñedos abandonados o semi abandonados, que son una fuente de multiplicación de la plaga desde donde se mueve hacia propiedades en plena producción y con sus propios cuidados. Y si no se trabaja todo de forma integral, los controles que hacen los productores de forma particular pueden llegar a fracasar por este efecto del entorno porque es una plaga que se mueve”, sostuvo el especialista.
En este sentido, explicó que en situaciones como la mencionada anteriormente, es donde la acción del Estado es importante.
Indicó además que Mendoza tiene distintas situaciones. Por un lado el oasis sur, en done la la plata está casi erradicada y otros, como el Valle de Uco y el Norte y Este de la provincia en la que la que la presencia de la plaga es importante.
“Allí hemos venido haciendo foco en las áreas de mayor afección para que no haga daños importantes a la cosecha. En esta última campaña no se contó con fondos nacionales, por ejemplo, que venía siendo algo muy relevante y la provincia hizo un esfuerzo para llevar adelante una campaña de control de contención”.
El problema de la falta de fondos para afrontar las plagas
Azín explicó que en las campañas de 2017, 2018 y 2019, se contó con un presupuesto importante aportado tanto desde la Nación como desde Mendoza: 15 millones de dólares y los resultados fueron, según explico, muy positivos. incluso en un momento se debe hablar de la reducción de la plaga en más de un 95%.
Luego, la crisis macroeconómica complicó el panorama, según lo manifestado por Azín.
Para el especialista, los ciudadano pueden colaborar, respetando las indicaciones, no pasando frutos de un lugar a otro, para disminuir la prevalencia de la plaga.